Un medio turco había informado que el periodista disidente fue descuartizado vivo en la sede diplomática de Arabia Sauidita, país que inicialmente nego la muerte del hombre de prensa.
Arabia Saudita admitió este viernes (sábado en el país del Medio Oriente) que el periodista saudí Jamal Khashoggi murió en su consulado en Estambul, según informó un medio estatal.
"Las conversaciones entre Jamal Khashoggi y las personas con las que se entrevistó en el consulado del reino en Estambul... degeneraron en una pelea, que provocó su muerte", indicó la agencia oficial saudita SPA, citando a la fiscalía.
La prensa saudí también anunció el despido de un alto responsable de los servicios de inteligencia al revelar los resultados de su investigación interna sobre la desaparición del periodista Jamal Khashoggi.
"Ahmad al Asiri, vicepresidente del servicio general de inteligencia ha sido destituido de su cargo", indicó un medio estatal, citando un decreto real. Arabia Saudita también despidió al consejero de la corte real Saud al Qahtani, según la misma fuente.
Detractor del príncipe saudí
El periodista Jamal Khashoggi pasó de ser alguien que conocía desde dentro a la familia real saudí a ser un detractor del todopoderoso príncipe heredero Mohamed bin Salmán. En su última colaboración con el Washington Post, denunció las trabas a la libertad de prensa en el mundo árabe y afirmó: "Desgraciadamente, esta situación probablemente no cambiará".
Jamal Khashoggi debía cumplir 60 años el 13 de octubre, pero el 2 entró en el consulado saudí de Estambul y no volvió a aparecer. La prensa turca aseguró que Khashoggi fue torturado y salvajemente asesinado. Y Washington instó al país árabe a publicar cuanto antes los resultados de su investigación.
Arabia Saudita desmintió en un primer momento la muerte del periodista, pero este sábado admitió que había fallecido en el interior de su consulado en Estambul.
El periodista tuvo una intensa carrera que lo hizo pasar en 35 años por el islam político de los Hermanos Musulmanes, la prensa saudí, los círculos dirigentes de Riad (capital de Arabia Saudita) y los mayores diarios internacionales, entre ellos el Washington Post. Khashoggi se había exiliado a Estados Unidos tras una ola de detenciones en septiembre de 2017 en el reino saudí. Desde entonces no había cesado de denunciar los "excesos" del príncipe Mohamed, de 33 años, apodado MBS.
En aquel momento anunció que se le había prohibido publicar en el diario panárabe Al Hayat, propiedad del príncipe saudí Jaled bin Sultan al Saud, por haber defendido a los Hermanos Musulmanes, cofradía considerada "terrorista" por Riad. El 6 de marzo de 2018 escribió en un editorial, cofirmado por el historiador británico Robert Lacey, en el Guardian: "Por su programa de reformas, el príncipe heredero merece elogios. Pero este joven e impetuoso innovador no ha alentado ni permitido el menor debate en Arabia Saudita". (Con información de AFP)
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