El avión de Aeroméxico que se estrelló tras despegar del aeropuerto de Durango con destino a la Ciudad de México, transportaba más de 100 pasajeros, quienes lograron sobrevivir. La aeronave fue afectada por una ráfaga de viento que la hizo descender bruscamente.
Luego de vivir momentos de pánico, un centenar de pasajeros sobrevivieron este martes a la violenta caída del avión en el que viajaban, poco después de un despegue fallido desde el aeropuerto internacional de Durango, al norte de México, en medio de una tormenta.
El avión de Aeroméxico se accidentó tras despegar del aeropuerto de Durango con destino a la Ciudad de México, en un vuelo que transportaba "88 adultos, 9 menores, dos infantes, dos pilotos y dos sobrecargos", el director general de la aerolínea, Andrés Conesa.
Tras levantar vuelo, la aeronave Embraer 190 "repentinamente fue afectada por una ráfaga de viento que la hizo descender bruscamente y tocar tierra con el ala izquierda, desprendiéndose los dos motores", explicó el gobernador de Durango, José Rosas, en otra conferencia.
"Tenemos que saltar"
Jaqueline Flores, una de las sobrevivientes, cuenta temblorosa los momentos de angustia que vivió al caer el avión. La nave salió puntual a la pista, a las 15:09. Entonces "iniciaron los motores, se sintió la fuerza del avión como para ya despegar, y mientras íbamos en la pista es que se va oscureciendo la visibilidad. Sí despegó, nos elevamos y empezamos a entrar entre las nubes y la tormenta", describe esta ama de casa de 47 años.
"Cuando íbamos ya arriba, yo sentí que iba a dar la vuelta para estabilizarse y ahí fue cuando se cayó", cuenta. Según esta residente en Colombia que viajaba con su hija de 16 años, el avión cayó sobre la pista para luego desplazarse varios metros hasta que pudo detenerse entre la maleza.
“El avión se partió”
"Durante ese deslizamiento se caen todas las maletas del pasillo (...) la vibración hace que uno se golpee entre la gente de adelante y de atrás", dijo esta mujer que resultó ilesa. Una vez que el avión quedó inmóvil, Jaqueline divisó humo y fuego e inmediatamente desajustó su cinturón y el de su hija para escapar.
"Había un hueco justo al lado de nosotros, que teníamos el lugar 8A y 8B. A la altura del lugar 10 estaba abierto el avión, o sea el avión se partió. Con fuego y todo le digo a mi hija 'tenemos que saltar por ahí', y por ahí saltamos", relata la mujer que se quedó sin documentos, teléfono ni maletas.
“Fue una corriente muy fuerte”
Los pasajeros sobrevivientes inmediatamente después del accidente confirmaron que la mayoría logró salir por su propio pie del avión, una nave Embraer 190, antes de que la nave se incendiara.
"El avión no alcanzó a despegar, lo agarró una corriente muy fuerte", declaró a la televisión mexicana un pasajero de unos 60 años que viajaba en primera clase y quien fue de los primeros en salir.
(Con información de EFE y AFP)
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