El éxito del debut de los misiles ATACMS en la guerra supuso una inyección de moral para una Ucrania necesitada de buenas noticias ante el estancamiento de su contraofensiva ante Rusia a pocas semanas del invierno.
Después de muchos meses reclamando el envío de los misiles de precisión ATACMS, capaces de alcanzar los 165 kilómetros de distancia y finalmente suministrados por EE.UU., el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó esta semana su debut en el campo de batalla ante Rusia.
Dos aeródromos rusos situados junto a las ciudades ucranianas ocupadas de Berdiansk (sureste, a 85 kilómetros del frente) y Lugansk (este, a 100 kilómetros del frente) fueron alcanzados la madrugada del martes por estos misiles.
Unos 200 soldados rusos murieron o resultaron heridos en los ataques, según declaró hoy el jefe de prensa del mando oriental ucraniano, Iliá Yevlash.
En declaraciones a la televisión de Ucrania, este portavoz militar explicó el efecto más importante que tendrán en la guerra.
Alejar los depósitos de municiones
Los misiles de más largo alcance que ha enviado hasta el momento EE.UU darán a Ucrania más medios para golpear bases militares, concentraciones de tropas y nudos e instalaciones logísticas rusas que Rusia estaciona en las zonas más alejadas del frente de los territorios ocupados.
“Ahora los ocupantes tendrán muchos problemas en el terreno llano, pues necesitarán encontrar nuevos lugares de almacenamiento (de munición y equipamiento militar)”, dijo Yevlash sobre esta nueva medida de presión a disposición de Ucrania que podría obligar a los rusos a replegar parte de sus depósitos a territorio de la Federación Rusa.
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Como ocurre con el resto de material militar enviado por sus aliados occidentales, los ATACMS sólo pueden ser empleados por Kiev para atacar territorio ocupado ruso que pertenece a Ucrania. Por temor a posibles represalias rusas, los socios de Kiev le prohíben utilizar sus armas contra territorio de Rusia.
Más dificultades para el suministro
En palabras de Yevlash, la esperada llegada de los ATACMS “supondrá una pesada carga” para el “sistema logístico” de Rusia, que habrá de buscar nuevas formas de garantizar los suministros militares a sus tropas si se ve obligado a alejar más depósitos de la línea del frente.
Además de los depósitos, los ATACMS ponen en riesgo las instalaciones utilizadas por Rusia como aeródromos, que también habrán de ser alejados del frente para no ser vulnerables a estos misiles suministrados por Washington.
Según el Ejército ucraniano, nueve helicópteros y otro equipamiento militar de valor ruso fueron destruidos en los dos ataques de la madrugada del martes contra las bases aéreas que habían abierto los rusos en las ocupadas Lugansk y Berdiansk.
Sólo 20 misiles
El éxito del debut de los ATACMS en la guerra supuso una inyección de moral para una Ucrania necesitada de buenas noticias ante el estancamiento de su contraofensiva a pocas semanas del invierno.
Pero una información aparecida en The New York Times apagó parcialmente el optimismo por esas noticias. Según la publicación estadounidense, Washington habría enviado únicamente 20 misiles de este tipo, una cantidad que algunos analistas consideran insuficiente para que puedan influir de manera sustancial en la guerra. (Con información de EFE)
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