Venezuela fue declarada en default parcial por el impago de intereses de sus bonos globales, en momentos en que intenta refinanciar la deuda externa de unos US$ 150.000 millones.
Venezuela atraviesa una difícil situación económica. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el PBI del país sudamericano se contraerá un 12% este año tras haber caído un 18% en 2016.
Por si fuera poco, el lunes último la nación caribeña fue declarada en default parcial por el impago de intereses de sus bonos globales, en momentos en que intenta refinanciar la deuda externa de unos 150,000 millones de dólares.
De qué se trata
Pero, ¿qué es, en esencia, un default? Este se puede definir como la suspensión de pagos por parte de una empresa o país que había adquirido una obligación con un acreedor. La posibilidad de caer en un incumplimiento de pago depende de muchos factores.
La agencia AFP explica que cualquier gobierno puede anunciar que no honrará sus pagos y automáticamente incurre en cesación de pagos. Pero el default puede ser también declarado por una agencia calificadora, como el caso de Standard & Poors, que comunicó públicamente que Venezuela no expensó. Otra posibilidad es que un acreedor privado anuncie que Venezuela no le pagó.
Las consecuencias
Los expertos advierten de que una de las consecuencias directas para el país deudor es que inmediatamente se endurecen sus condiciones de financiación o simplemente es excluido de la financiación internacional. Esta es en esencia para los Estados, ya que permite conseguir liquidez para ejecutar proyectos de inversión. Los acreedores, a su vez, pueden eventualmente embargar activos en el exterior.
La firma estadounidense estima que hay un 50% de posibilidades de que en los próximos treses meses el régimen chavista deje de pagar sus obligaciones. Venezuela atraviesa una grave crisis derivada de la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional.
Renegociación
El Gobierno de Nicolás Maduro anunció el lunes que había iniciado "con rotundo éxito" la refinanciación de su deuda externa en una primera reunión con sus acreedores.
De esa cita no surgieron acuerdos o propuestas concretas. De acuerdo con cálculos oficiales, Venezuela tiene una deuda total cercana a los 150,000 millones de dólares, con abonos anuales cercanos a los 10,000 millones.
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