El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, ha solicitado a Naciones Unidas aplicar los protocolos internacionales en Venezuela para investigar casos de tortura.
El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, denunció este lunes que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, que estaba preso tras ser acusado de golpista por el Gobierno de Nicolás Maduro, fue torturado y "asesinado" mientras estaba bajo custodia del Estado.
En una rueda de prensa, en nombre del Legislativo, la diputada Delsa Solórzano aseguró que Acosta Arévalo "estaba brutalmente torturado, tenía símbolos visibles de tortura" la semana pasada cuando fue llevado a tribunales para la audiencia de presentación.
"El resto de los detenidos también habían sido torturados", prosiguió Solórzano en alusión al grupo de hombres que fue detenido luego de que el Gobierno les acusara de conspiradores y de que la Fiscalía pidiera encarcelarles.
Por ello, la legisladora informó que el Parlamento ha solicitado a Naciones Unidas aplicar los protocolos internacionales en Venezuela para investigar casos de tortura de forma "independiente, imparcial, sin ningún tipo de sesgo político por parte de las autoridades correspondientes".
Bajo esta premisa, prosiguió, el fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, no debe encabezar las averiguaciones pues "no es más que un instrumento político" del presidente Maduro "y de sus cómplices".
En este caso, la investigación internacional, según Solórzano, "aplica para los detenidos que hoy están vivos pero que fueron torturados" y para el capitán que perdió la vida el pasado sábado.
"Esta investigación imparcial puede hacerse a través de expertos internacionales de la materia, de tal manera que estamos solicitando por escrito la designación de un cuerpo de expertos internacionales que puedan contribuir a la transparencia que se requiere en este caso", sostuvo.
La diputada pidió proteger a los familiares de los militares que fueron detenidos el mes pasado por presunta conspiración y denunció que ni los diputados o los abogados defensores han podido ingresar a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), donde estaba recluido el capitán de corbeta. (EFE)
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