Luis Almagro dijo además que la medida representa el fin del legado del fallecido presidente Hugo Chávez y la consolidación de un régimen autoritario.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro afirmó que la convocatoria a una Asamblea Constituyente en Venezuela realizada por el presidente Nicolás Maduro pone fin al legado de Hugo Chávez y representa un nuevo golpe de Estado en el país caribeño.
Almagro sostuvo que el gobierno venezolano ha dado un golpe que usurpa los derechos del pueblo e intenta intimidar con la violencia y el fraude. Además dijo que la medida solo consolida el régimen autoritario de Nicolás Maduro.
"Es la consolidación del régimen dictatorial". El secretario calificó la medida como errada, inconstitucional y fraudulenta, pues la conformación de una asamblea Constituyente solo con supuestos representantes sectoriales viola los principios fundamentales de igualdad política.
Además dijo que de acuerdo a la Constitución de Venezuela, solo el pueblo tiene la capacidad de convocar una Asamblea Constituyente. Sin embargo, dijo que el gobierno de Maduro usurpó el poder del pueblo y realizó la convocatoria sobre la base de la discriminación política, por lo que en sustancia y en forma la medida es antidemocrática.
El excanciller uruguayo que lidera la OEA desde mayo de 2015, recordó además que la propuesta debe precisar la misión, poderes de la Asamblea, su duración, forma de integrarla y de elegir a sus miembros.
Decisión y defensa de Maduro. La medida tomada por Maduro se dio en respuesta a la presión ejercida por 19 gobiernos de la región y de Almagro para la convocatoria de un nuevo proceso electoral, el respeto a la separación de poderes y la liberación de presos políticos.
El presidente venezolano defendió su decisión afirmando que la convocatoria es una oportunidad para que el pueblo escoja a los constituyentes y que tendrán presencia en la Asamblea que estará compuesto de forma sectorizada y territorial. "La convocatoria es para la ciudadania no para los partidos ni elites. Una Constituyente feminista, de la juventud, de los estudiantes, de los indígenas, obrera, comunal y campesina, pero sobre todo de hermanos".
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