Cantante mexicano asegura que la postura de su padre hizo que fuera más exigente en su vida y en lo profesional buscando siempre la perfección.
A Vicente Fernández, leyenda de la ranchera, no le gustó que su delfín, su hijo Alejandro, encaminara sus pasos hacia el pop, aunque el tiempo dio la razón al "Potrillo de México" y, con su último disco de versiones de los años 70, oyó a su padre decir: "Creo que es el mejor disco de tu carrera, Álex".
"A mi padre no le gustó que me alejara de la música tradicional mexicana. Es muy exigente y ha sido una de las personas más críticas de mi carrera, pero se lo agradezco, porque eso ha hecho que me exija en la vida y en lo profesional en busca de la perfección", ha dicho hoy Fernández en la presentación en Madrid de "Confidencias" (Universal Music).
Se trata del decimoctavo disco de estudio de su carrera y en él ha actualizado clásicos en español de los años setenta, "canciones cantadas en primera persona", que funcionan como "peliculitas de dos minutos" y que hizo suyas, especialmente el éxito de Julio Iglesias "Me olvidé de vivir".
"Es con la que más me identifico, siempre me había llamado mucho la atención por todo lo que dice y grabarla con mi padre supuso una conexión increíble", admite Fernández, cuyo registro vocal es tan parecido al de su progenitor -su "ídolo", dice-, que a veces es difícil saber quién canta cada parte, como él mismo reconoce.
Pero "Me olvidé de vivir", que habla de los "muchos sacrificios que se hacen en esta carrera y de las muchas tentaciones en las que te puedes perder", no es el único dueto del álbum, pues también participa Rod Stewart con el blues "Nobody Knows when You"re Down and Out".
Asimismo, para interpretar el tema más exigente desde el punto de vista vocal, la conocida "Hoy tengo ganas de ti" de Miguel Gallardo, buscaron a una cantante a la medida del reto y así llegaron a Christina Aguilera, "una de las voces más bellas" de la actualidad, facturando un éxito instantáneo que alcanzó el número 1 en 17 países, según datos de su discográfica.
Además, el nuevo álbum de Fernández posee un atractivo añadido: ser probablemente el último trabajo del célebre productor Phil Ramone, colaborador previo e imprescindible en álbumes de prácticamente todas las figuras míticas, de Frank Sinatra a Paul Simon, pasando por Ray Charles, Aretha Franklon y Bob Dylan.
"Tenía un toque fino", dice Fernández de él, "uno de los que más credibilidad tenía", añade.
Ramone, que falleció en marzo víctima de un aneurisma cerebral, tuvo la idea de grabar "Confidencias" en vivo con una "big band", convirtiendo al intérprete mexicano en una suerte de "crooner" latino.
Habían transcurrido muchos años desde su último proyecto, el ambicioso "Dos mundos" (2009), y Fernández tenía prisa por lanzar un nuevo disco, lo que le convenció de la idoneidad de lanzar un trabajo de versiones de eficacia probada que "a algunos traerá gratos recuerdos" y que otros descubrirán en su voz.
"Ya no hay gente que escriba con esa pluma", destaca Fernández de de sus nuevas once canciones, elegidas de una lista con sesenta posibilidades, en las se muestra enamorado ("Te quiero, te quiero", de Augusto Algueró), sensual y exhuberante ("Cóncavo y convexo", de Roberto Carlos), doliente ("Procuro olvidarte", de Manuel Alejandro) y sorprendido ("Por qué te vas", de José Luis Perales).
Para 2014 planea seguir con su gira, con una nueva pasada por EE.UU., de donde acaba de llegar. También viajará por toda Latinoamérica y, al concluir, le gustaría venir a España, "con toda la banda y los mariachis".
EFE
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