La celebración se verá marcada por la conmemoración del primer año del terremoto en Chile, que impidió que culmine la edición del 2010.
El británico Sting, el español Alejandro Sanz y los puertorriqueños Chayanne y Calle 13 harán vibrar del 21 al 26 de febrero el escenario del Festival de Viña del Mar.
El certamen también reserva algunas sorpresas, como el homenaje que se rendirá el miércoles 23 al cantautor argentino Sandro, fallecido hace un año, y para el que se espera contar con la presencia de su viuda y de uno de sus hijos.
Pero si de recuerdos se trata, esta versión estará sin duda marcada por la conmemoración del primer aniversario del terremoto que en la madrugada del 27 de febrero de 2010 estremeció al centro y sur del país y obligó a suspender la última jornada de conciertos.
Aquella noche, el guatemalteco Ricardo Arjona pidió adelantar su aparición en el escenario de Viña del Mar. Gracias a ello el espectáculo no se alargó más de lo necesario y terminó apenas 45 minutos antes de que la tierra rugiera con violencia.
El martes 22, Américo, que el año pasado se metió a todo el país en el bolsillo con su espectacular actuación en la Quinta Vergara, volverá a poner en pie al auditorio con sus ritmos bailables para después dar el relevo a Aventura, auténticos expertos en bachata.
Los pesos pesados del festival comenzarán a desembarcar el miércoles 23 de la mano de Marco Antonio Solís y de Calle 13. Ambos repiten experiencia y vuelven con el reto de igualar el éxito que tuvieron en la edición de 2008.
La fiesta continuará el jueves con el ritmo arrollador de Chayanne, que también pasó por Viña hace solo tres años, y del venezolano Carlos Baute, que además será jurado de la competencia internacional.
El cubanoestadounidense Pitbull cerrará la noche a base de reggaetón, un género que adquirió mucho protagonismo en las últimas ediciones del festival pero que en la presente ocasión estará relegado a una única actuación.
El viernes retornarán los clásicos del pop en la voz del británico Sting, que estará secundado por la mítica banda chilena Los Jaivas, formada en los años 60 en Viña del Mar y exiliada en Francia durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El español Alejandro Sanz llegará a la jornada de clausura del festival con un Grammy en el bolsillo por su último disco, "Paraíso express", aunque serán los chilenos Villa Cariño y Los Viking 5 quienes den el cierre del festival con sus ritmos tropicales.
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