Folklorista cree que se trata de un acto de mala fe que busca perjudicar su carrera musical
Algunas emisoras anunciaron la muerte de la conocida
cantante Martina Portocarrero, quien retornó a nuestro país hace unos días de
Europa.
"Perdí mi celular, por fortuna, pero supe que me estuvieron llamando algunos periodistas para opinar sobre esa noticia que después se averiguó era falsa. La sorpresa me hubiera afectado", comentó José Cevallos Domper, el promotor y director artístico que realizó los mejores conciertos de Martina Portocarrero hace algunas décadas y con quien se le vinculó sentimentalmente en no pocas oportunidades.
Martina, por su parte, mostró su incomodidad y opinó que hay gente interesada en sabotear sus trabajos musicales y políticos. Como se conoce, la cantante que durante varios años fijó su residencia en Suiza participó en algunas elecciones generales obteniendo incluso una considerable votación cuando postuló a la alcaldía de Lima.
"Fui a recibirla al aeropuerto Jorge Chávez y acordamos para que participe en el espectáculo por los cuarenta años de la canción Flor de Retama que se realizará el seis de noviembre en el Parque de la Exposición", manifestó Cevallos, conocido en el ambiente como un Quijote local que ha mantenido distancia durante dieciocho años con su Dulcinea (Martina) por algunas discrepancias.
Nacida en Nazca, Martina Portocarrero no solamente ha popularizado canciones de celebrados compositores como Ranulfo Fuentes y Ricardo Dolorier, los huainos "El hombre" y "Flor de retama" respectivamente.
Sus temas propios también gozan de aceptación y hace varios años musicalizó el poema "La paloma de las alas rojas", de Alejandro Romualdo.
La también otrora integrante del conjunto Tiempo Nuevo estrenó nuevas canciones de su autoría: "Selva nuestra", dedicada a los mártires de Bagua; "Los hijos del sol", una pandilla amazónica; y "Niños de mis alturas", que llama a la solidaridad con las víctimas del friaje en el sur peruano.
En sus conciertos demuestra ser una cantante experimentada que, como dice en su huaino "El canto de las palomas", recorrió su patria entera, de pueblo en pueblo, e interpreta obras de Felipe Pinglo (El huerto de mi amada), Chabuca Granda (La flor de la canela), Violeta Parra (Gracias a la vida) y Ariel Ramírez y Félix Luna (Alfonsina y el mar).
Los maestros Tany Durand (guitarra), Geny Sulca (violín) y Celso Torres (acordeón) son algunos de los músicos que la acompañan actualmente.
"Perdí mi celular, por fortuna, pero supe que me estuvieron llamando algunos periodistas para opinar sobre esa noticia que después se averiguó era falsa. La sorpresa me hubiera afectado", comentó José Cevallos Domper, el promotor y director artístico que realizó los mejores conciertos de Martina Portocarrero hace algunas décadas y con quien se le vinculó sentimentalmente en no pocas oportunidades.
Martina, por su parte, mostró su incomodidad y opinó que hay gente interesada en sabotear sus trabajos musicales y políticos. Como se conoce, la cantante que durante varios años fijó su residencia en Suiza participó en algunas elecciones generales obteniendo incluso una considerable votación cuando postuló a la alcaldía de Lima.
"Fui a recibirla al aeropuerto Jorge Chávez y acordamos para que participe en el espectáculo por los cuarenta años de la canción Flor de Retama que se realizará el seis de noviembre en el Parque de la Exposición", manifestó Cevallos, conocido en el ambiente como un Quijote local que ha mantenido distancia durante dieciocho años con su Dulcinea (Martina) por algunas discrepancias.
Nacida en Nazca, Martina Portocarrero no solamente ha popularizado canciones de celebrados compositores como Ranulfo Fuentes y Ricardo Dolorier, los huainos "El hombre" y "Flor de retama" respectivamente.
Sus temas propios también gozan de aceptación y hace varios años musicalizó el poema "La paloma de las alas rojas", de Alejandro Romualdo.
La también otrora integrante del conjunto Tiempo Nuevo estrenó nuevas canciones de su autoría: "Selva nuestra", dedicada a los mártires de Bagua; "Los hijos del sol", una pandilla amazónica; y "Niños de mis alturas", que llama a la solidaridad con las víctimas del friaje en el sur peruano.
En sus conciertos demuestra ser una cantante experimentada que, como dice en su huaino "El canto de las palomas", recorrió su patria entera, de pueblo en pueblo, e interpreta obras de Felipe Pinglo (El huerto de mi amada), Chabuca Granda (La flor de la canela), Violeta Parra (Gracias a la vida) y Ariel Ramírez y Félix Luna (Alfonsina y el mar).
Los maestros Tany Durand (guitarra), Geny Sulca (violín) y Celso Torres (acordeón) son algunos de los músicos que la acompañan actualmente.
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