El cantante dijo que "lo más mágico" de su carrera fue la época con el ya fallecido Lavoe.
El salsero de origen puertorriqueño Willie Colón regresará este mes al Bronx neoyorquino, donde creció, con un concierto con el que repasará 45 años de carrera, incluidos sus éxitos con Héctor Lavoe y Rubén Blades.
"Por fin se me dio. Es una buena oportunidad para tocar para mi gente en El Bronx", indicó el trombonista en declaraciones a Efe.
A los amantes de la salsa les prometió que les tendrá preparado "algo especial" durante el concierto, con una sección de cuerdas, un coro y su orquesta, además de músicos invitados.
Según confesó a Efe, la tarea de elegir los temas que interpretará en el concierto "Willie Colón: La historia" no está siendo fácil.
"Hay mucho material y tengo que tener cuidado de incluir sólo los que me gusten a mí", indicó el artista.
"Es tanta y tanta la música que estoy haciendo medleys para incluir muchos de los temas. Tengo que repasar las cosas que hice con Héctor (Lavoe), con quien empecé en El Bronx. Eramos competidores, pero Johny Pacheco (músico y uno de los fundadores del sello Fania) nos convenció de unirnos", recordó.
Colón, que también ha colaborado con otros artistas como Celia Cruz o Tito Puente, dijo que "lo más mágico" de su carrera fue la época con el ya fallecido Lavoe, porque eran "dos niños" sin "el intelecto de planear" lo que estaban haciendo.
"Fue muy orgánico y así fue que empezamos a componer juntos, viajando por el mundo y entendiendo que hay muchas banderas, pero somos una gente, una familia", argumentó.
Además de temas obligados como "Che che colé", "La murga" o los que grabó con Lavoe como "Todo tiene su final", Colón interpretará en El Bronx canciones de la década de los años 80, como "Idilio", "Sin poderte hablar" o "El gran varón".
No faltarán tampoco temas de su época junto al panameño Rubén Blades, como "Pablo Pueblo", "Plantación adentro", "Maestra vida", "Siembra" o "Pedro Navaja".
"El proyecto del dueto (con Blades) no sólo fue la de contar historias, sino la de crear conciencia con sus temas en un tiempo en el que "la música se empezó a convertir casi en un movimiento político, social y unificador, creo que de solidaridad entre latinos".
El músico puertorriqueño, que grabó su primer disco, "El malo", a los 16 años y hoy tiene 62 años, recordó que uno de sus incentivos en los comienzos era hacer que su abuela Antonia Pintor Miranda estuviera orgullosa de él.
"Siempre me inculcaba que yo era boricua y creo que el momento en que empecé a triunfar en Puerto Rico, Panamá y otros países latinos fue un logro para mí, como recibir un doctorado", afirmó.
EFE
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