La banda escocesa cumplió con su promesa de ofrecer un espectáculo nunca antes visto en Lima. Rock & roll puro y del bueno.
Fenomenal, inolvidable, potente, colosal, y así podríamos seguir con los calificativos, pero el concierto que vivimos este martes en la Explanada Sur del Monumental se resume en dos palabras: Franz Ferdinand.
La performance de la banda escocesa se presentó como una película de dos episodios, el primero largo y sublime, y el segundo corto pero contundente. Alex Kapranos, Bob Hardy, Nick McCarthy y Paul Thomson se presentaron ante un público que desde las 9.45 PM se entregó completamente al rock & roll.
Fueron desfilando por la garganta de Kapranos las letras de "No you girls", "What she came for", "Take me out", "The dark of the matineé", entre otros éxitos de la banda. Al borde del escenario las chicas se agarraban la cabeza cada vez que Alex mostraba su sonrisa de comercial y los hombres saltaban al ritmo de los acordes de su hermosa Telecaster.
Franz Ferdinand prometió un espectáculo nunca antes visto y cumplió. No fueron necesarios fuegos artificiales, humo ni escenarios múltiples. Fueron suficientes tres músicos de primera y un frontman que demostró que los movimientos de cadera no murieron con Elvis Presley y que el placer del público está antes que cualquier capricho de egomaniaco.
La primera parte del setlist se cerró con un show de percusión ejecutado por los cuatro integrantes de la banda. En una comunión de ritmos y un entendimiento escénico más propio de una banda veterana, los escoceses se ganaron el aplauso del público que los despidió por unos minutos, pero no tardó en exigir que vuelvan a escena.
Vox populi vox dei, así que la banda volvió a la tarima con "So much better". Nick se metió al respetable al bolsillo al reaparecer con una colorida máscara peruana, la cual solo se quitó para regalarla a una fanática.
"This fire is out of control, we"re gonna burn this city" cantaron en comunión con los asistentes que se incendiaban con el fuego de la música. Luego de cuatro canciones cerraron el encore con un show de música electrónica que el público agradeció gritando, saltando, sudando y aplaudiendo. Alex tomó una bandera peruana, la levantó y giró sobre su eje como lo haría Superman al ponerse la capa. Así se despidió.
Pablo Timoteo Yovera
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