"Morning Phase", del artista estadounidense Beck, fue designado mejor álbum del año en la 57 edición de los premios Grammy.
El silencio musical de 6 años sin duda valió la pena, pero este silencio desapareció en segundos por los aplausos avasalladores que recibió Beck por dar la sorpresa por ganar el Grammy al Mejor Álbum del Año por "Morning Phase".
El disco del músico de Los Angeles lo trae de vuelta al ruedo musical, y no solo bastó con ganar el premio Mejor Álbum Rock sino que también le arrebató el gramófono a otros artistas con muchas mayores probabilidades de obtenerlo.
Sus rivales en esta categoría fueron Beyoncé ("Beyoncé"), Ed Sheeran ("X"), Sam Smith ("In the Lonely Hour") y Pharrell Williams ("Girl").
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