Los Belking's en concierto en el Centro Cultural España

La tercera banda instrumental más importante del mundo es peruana: Los Belking’s,  Es uno de los mejores grupos de rock, que no han perdido vigencia y que está dispuestos a seguir mostrando su calidad, con temas como “La Playa”, “Temas para jóvenes enamorados”, entre otros, los han convertido en leyenda de la música contemporánea.
 
Los Belking´s se presentarán en la inauguración de la muestra fotográfica “Agua Dulce” de Adrián Portugal, el viernes 3 de junio en el CC España, sito en Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz, Lima.
 
Desde la década del 60 hasta nuestros días, el dial nos sigue regalando canciones como la música de esta emblemática banda, que logró conquistar a la crítica especializada como las reconocidas revistas Mojo de Inglaterra, Les Inrock de Francia y Senhor de Brasil. Son incontables la cantidad de conciertos que han deslumbrado a diferentes generaciones, haciendo bailar a la multitud con música desde romántica y melancólica hasta divertida y movediza. 
 
La Historia
 
La banda nace en 1964, con Wilfredo Sandoval (guitarra rítmica de seis y doce cuerdas, huiro y montajes), Raúl Herrera (primera guitarra eléctrica y acústica),  Luis Arroyo (bajo), Fernando Bolarte (batería, tumbas), Víctor Cuadros (arreglos musicales) y Las Midens (coros).

En sus inicios tuvieron influencias de bandas instrumentales que destacaban el sonido de la guitarra, como The Shadows, The Eagles o The Ventures, se mezclaron con las de grupos emblemáticos de la época, tales como The Beatles, The Kinks, The Animals, Dave Clark Five, Manfred Man, Herman Hermits, Yarbis, Peter and Gordon, Jerry and the Pacemacker, Cream y otros pertenecientes a la denominada “invasión británica”. Más adelante, la psicodelia, el rhythm & blues y el hard rock serían asimilados por estos inquietos músicos peruanos, generando un sonido propio y lleno de matices.
 
En 1967, para el sello limeño El Virrey, su primer single. “El Guazón” (versión de “Jocker’s Wild”, de The Ventures) y “La Playa” mostraban las habilidades del cuarteto para adaptar a su naciente estilo temas ajenos. Pero sería una de las piezas de su segundo single la que se convertiría, pocos meses después, en el más grande éxito del grupo.
 
Pese a ser el lado B de un single encabezado por “Negro es Negro” (cover instrumental del “Black is Black” de Los Bravos), “Tema para Jóvenes Enamorados” (una versión de “Theme for Young Lovers” de The Shadows) alcanzó una notoriedad inmensa, debido al toque personal y rítmico que le dio el grupo, a tal punto que, hasta ahora, es reclamada a las radioemisoras con entusiasmo por todos los públicos y generaciones.
 
Los Belking’s editan su primer álbum en 1967, El Sonido de Los Belking’s, que incluye versiones de The Shadows y The Gants (“Feliz a tu lado”, que sería el único tema de su trayectoria en el que Los Belking’s cantan), así como del clásico francés “Les Feuilles Mortes”, pero también un puñado de composiciones propias y de Andrés Roque, amigo de la banda. Entre estas figuran “Bólido de Fuego” y “Campo de concentración”, momentos llenos de energía juvenil y del irresistible sonido del fuzztone que caracterizó al buen rock de los 60.
 
En 1968 Jerry Lam se va del grupo y entra en su lugar Luis Pacora. Con él graban Los Belking’s, el segundo álbum. “Amor Imposible”, nueva composición de Andrés Roque y uno de los temas incluidos en dicho disco, se convertiría en otro súper éxito para el grupo, demostrando además su evolución y versatilidad, al combinar la instrumentación de una banda de rock con precisos arreglos de cuerda.
 
Al año siguiente graban Los Fabulosos Belking’s, disco de transición que prolonga los logros del anterior álbum, y que está dividido (al igual que sus predecesores) entre temas propios y versiones de otros artistas (entre ellas “Forma de las Cosas por venir”, versión de “Shape of Things to Come” de Max Frost & The Troopers y “La Chica que conocí”, lectura de “The Girl I Knew”, de Steppenwolf).
 
Las piezas compuestas por el grupo y sus amigos Andrés Roque y Daniel “Kiri” Escobar, oscilan entre lo rítmico (Por ejemplo, en “Ciclón Marino” y “Okinawa 2000”) y lo reflexivo (“Música para las Flores” y “Debo Alejarme de ti”; esta última una composición en la que se recoge el legado de The Beatles).
 
La nueva formación del cuarteto trabajaría con la cantante pop Kela Gates, con quien habían grabado dos singles en los dos años anteriores: “Nectar de verano” / “Te Alcanzaré” y “Al Maestro con cariño” / “Loca por un loco”.
 
El álbum Kela Gates y Los Belking’s incluía versiones de éxitos del momento, como “Lo escuché a través de Rumores” (“I Heard Trough the Grapevine”, de Marvin Gaye) o “Hijo de un predicador” (“Son of a Preacher Man” de Dusty Springfield), y de temas propios como “Guerra y Dolor” en las que queda expresada no solo la influencia del rhythm & blues norteamericano, sino también las inquietudes sociales de la juventud de entonces, expresadas en letras directas y sinceras.
 
Pero si bien el grupo había dado un enorme avance en términos de evolución artística, su actividad musical en lo que respecta a conciertos fue decayendo debido a la crisis en la que la escena rock peruana se vio sumida después de iniciado el gobierno militar del general Juan Velasco, el cual coincidió con la desaparición de las denominadas “matinés”; festivales realizados en cines o teatros con todo tipo de artistas.
 
Recién en 1973 aparecería un nuevo álbum de Los Belking’s. Ayer y Hoy fue registrado por Wilfredo Sandoval y Raúl Herrera junto a una nueva sección rítmica, integrada por Juan Carlos Cubas (bajo) y Freddy “Puro” Fuentes. Además, se incluían dos temas grabados con los hermanos Barreda. Debido a problemas de salud de Wilfredo Sandoval tuvo qude alejarse del grupo, quedando este paralizado a lo largo de casi tres décadas.
 
Sería la edición en España –ignorada por los miembros del grupo- del disco recopilatorio Instrumental Waves, en 2003, y el interés de la prensa y el público local lo que motivaría a Sandoval a plantear el retorno de Los Belking’s.
 
La biografía de los Belking´s fue escrita por Fidel Gutiérrez Mendoza.