Lucybell entregó 21 años de historia en una inolvidable noche

Recuerdo exactamente que fue en el 2002 cuando escuché, por primera vez, “Ten paz”, una canción que envuelve una mezcla de simpleza, ternura y rebeldía, que llamó bastante mi atención. La melancolía del sonido y la calidez de la letra encajaron a la perfección con el difícil momento que pasaba entonces, y desde ese instante, me volví una acérrima seguidora de Lucybell.

Como buena fanática, no me podía perder el concierto por los 21 años de formación de una de las mejores bandas de rock de Latinoamérica, al igual que los miles de admiradores que llegaron anoche al Centro de Convenciones del María Angola a entregar sus almas y dejarse llevar solo por la música, y vaya que lo hicieron.

Cuando el reloj marcaba las 10:15 de la noche, el frío limeño desapareció, las pulsaciones se incrementaron y  miles de ojos apuntaron sus miradas al escenario, en el cual aparecieron las sombras de Claudio Valenzuela, Cote Foncea y Eduardo Caces. ¿Todo bien?, fueron las primeras palabras del líder de la banda, que arrancaron más de un grito. El espectáculo, había comenzado.

“Ave Fénix” fue la melodía escogida por los chilenos para abrir la intensa noche que nos esperaba, para luego dar pase a “Eternidad”, ambas canciones con sonidos vertiginosos y beligerantes que denotan la gran evolución de la banda.

Una mezcla de emociones me invadieron cuando vi a Marcelo Muñoz, Francisco Gonzalez y Gabriel Vigliensoni,  músicos que dieron todo su talento y pasión para que la banda diera sus primeros pasos a principios de los 90’s.

“Ven siéntate a mi lado y cerraré para siempre esos ojos”, dice la letra de una de las primeras canciones del grupo titulada “Grito Otoñal”, que pertenece a “Peces”,  el primer “hijo” de Lucybell. En este disco se expresa claramente las influencias de The Cure o The Charlatans, bandas británicas que marcaron el camino de Claudio, Francisco, Marcelo y Gabriel, allá por sus épocas de estudiantes en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Tras esta añoranza,  el recinto se llenó de suspiros con “Viajar”, una extraordinaria canción que fue coreada por el respetable a una sola voz y en la que, además, destacó el apoteósico teclado de Gabriel Vigliensoni. 

Los efectos visuales y ensordecedores gritos llegaron con “Caballos de histeria”, el público no paraba de seguir la canción con sus aplausos, para luego tomarse un respiro con una de las canciones más emblemáticas del grupo, “Ten paz”.

El momento “feeling” de la noche llegaría con “Tu sangre”, “Hoy soñé” y “Milagro”, tres canciones que transmiten mucho sentimiento en sus letras y que pueden lograr que las más dulces emociones afloren en su totalidad.

Para sorpresa de muchos, Claudio Valenzuela dejó por unos momentos el micrófono para dárselo a Francisco González y así llegaría el turno de un conmovedor “Ojos del silencio”. Con los seis integrantes de la banda en escena, la familia Lucybell por fin estaba completa.

Los apasionantes coros cobraron fuerza en el público con “Mil caminos” y los saltos se multiplicaron por cien con “Cuando respiro en tu boca”, canciones que hicieron que el grupo deje todo en el escenario y se “despida” de sus seguidores.

Tras el efusivo llamado por parte de todos los fans, Lucybell volvió al escenario con “Flotar es caer”, “Ver el fin” y “Sálvame la vida”, canciones que brindaron más de un hálito de vida en cada uno de los cuerpos de los presentes.

Un calor insoportable reinaba en el ambiente, sin embargo eso no fue obstáculo para que cada uno de los miembros del grupo entregara lo mejor de sí hasta el final del concierto, donde brilló la descomunal voz de Claudio, el poderoso teclado de Gabriel, la exorbitante batería de Francisco, la gran percusión de Cote, el extraordinario bajo de Eduardo y la gran vigorosidad en los acordes de la guitarra de Marcelo.

La inquietante “De sudor y ternura” fue la encargada de cerrar el concierto que tuvo sabor a nostalgia y lucidez a la vez; un show donde miles de almas se entregaron de principio a fin a una banda que supo esquivar sus diferencias para regalar lo mejor de sus 21 años de carrera; un histórico espectáculo donde se fusionó el pasado, presente y futuro de "Lucybell, una verdadera banda de culto".

Nancy Condori.