Legendario rockero español se despide de los escenarios tras 50 años de carrera y antes que la biología haga los estragos de la oxidación, ha dicho.
Tras medio siglo de carrera, el español Miguel Ríos dijo hoy que se despedirá en breve de los grandes escenarios, aunque seguirá dedicado a la música desde la modalidad "amateur", con la que pretende devolverle a la sociedad todo lo que le ha dado.
"No me alejaré totalmente porque uno no puede cortar en seco una droga que crea una adicción tan profunda, se necesita una especie de desintoxicación", señaló hoy en conferencia de prensa en Ciudad de México.
Por ello, "mi intención es hacerme un poco más "amateur" que profesional, poner mi voz al servicio de la gente que no tiene voz en actos solidarios", comentó.
Esta nueva etapa la desarrollará realizando conciertos de conceptos acústicos, "solo con algunas canciones y junto a unos cuantos compañeros".
Expresó que como profesional es un rockero, pero como ser humano la música siempre le ha ocupado, y por ello ha tocado con filarmónicas, big bands y con formaciones diferentes, pero confesó que ahora le queda como reto "encontrar la química de lo acústico para llegar al corazón de la gente".
Para Ríos, el dejar los escenarios "tiene que ver mucho" con el concepto que tiene de fidelidad a su público, pues aunque se siente bien por el momento, en el futuro la biología "hará los estragos de la oxidación".
Más que miedo al paso del tiempo, aseguró que en cierta forma sentiría "vergüenza" de no ser el que ha sido "por querer seguir enganchado al narcotismo del aplauso".
"Es una decisión personal e intransferible, aunque no digo que nadie deba dejar de tocar por la edad, eso debe pertenecer a la personalidad íntima de cada quien", reflexionó.
Además, explicó que se trataba de respeto a la gente: "No quería correr el riesgo de dejar un mal recuerdo entre mis seguidores".
En esa misma línea, dijo que para desarrollar el rock como se requiere, se "debe tener una energía infinita", y la suya, aunque no quiera, empieza a escasear.
"No quisiera llegar a ser un juguete roto encima de un escenario", manifestó.
Por esa vocación rockera que profesa dice ser analítico con el panorama de la música actual y reconoce que el género ha perdido influencia en la sociedad como ocurre con todas "las artes comprometidas".
A raíz de esta realidad, señaló que no le preocupa porque se trata de un fenómeno "pendular" que de la misma manera que sube, baja.
Ante preguntas de la prensa sobre la situación actual de España, Ríos mostró su malestar sobre la reforma a la Constitución en la que "no se puede tener un déficit nacional mayor del 3 % sin importar si la gente come o no come".
"Se ha puesto el Gobierno por delante de los gobernados, y eso es imposible, el ser humano tiene que estar por delante de cualquier tipo de acción, es el objeto de toda política, y ahora no, es el pagano de todos los platos rotos", sentenció.
Y consideró que el lema del Movimiento 15M, "Democracia real ya", es una realidad imponente, porque España vive "una suerte de democracia muy imperfecta".
En el marco de su gira de despedida "Bye bye Ríos", el músico originario de Granada actuará el jueves y viernes próximos en la capital mexicana y el 30 de octubre en el Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato.
EFE
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