Culminó la primera edición del proyecto "Salsa en la cárcel". La segunda edición se realizará en el Penal San Juan de Lurigancho.
La clave salsa se escuchó fuerte en el penal Sarita Colonia. Durante dos semanas, la orquesta “Sabor y Control”, ofreció talleres de música entre los reos. El 10 de julio, día de la reinserción social, las tres orquestas caneras más representativas del penal hicieron bailar al respetable, poniendo fin a la primera edición del proyecto social:”Salsa en la cárcel”.
Luego de afinar instrumentos y compartir con los reos, Sabor y Control desató una verdadera descarga salsera junto a las bandas del penal: Ilusión latina (mínima seguridad), Son de mediana (mediana seguridad) y Son porteño (Máxima seguridad). Las cuatro orquestas ponían fin al proyecto “Salsa en la cárcel” que tiene como objetivo llevar música, entretenimiento y cultura a la gente que está recluida, colaborando así con la reinserción de estas personas a la sociedad.
“La idea es llevar cambios positivos entre los internos, creemos que nuestras letras, la música y el arte pueden ser una gran generador para conseguir esto”, comentó Bruno Macher, líder de la banda. Esta no es la primera vez que la orquesta demuestra su sensibilidad social. La primera experiencia fue con “Salsa a la calle” que consistía en integrar a los barrios a través de la música, el proyecto sigue funcionando hasta la actualidad.
La segunda edición de “Salsa en cárcel” se realizará próximamente, esta vez el centro penitenciario que recibirá a la orquesta limeña será el penal San Juan de Lurigancho. Cabe resaltar que los trabajos sociales de la orquesta son sin fines de lucro y sólo buscan contribuir con el desarrollo de la sociedad.
Comparte esta noticia