La banda presenta el proyecto Salsa en la cárcel que llevarán a los penales de Lurigancho y Sarita Colonia.
Sabor y Control presenta uno de sus proyectos sociales más interesantes: “Salsa en la cárcel”, una incursión en los centros penitenciarios que tiene como objetivo el desarrollo personal de los presos más jóvenes a través de la música.
Esta no es la primera vez que la orquesta demuestra su sensibilidad social. La primera experiencia fue con “Salsa a la calle” que consiste en integrar a los barrios a través de la música, el proyecto sigue funcionando hasta la actualidad. Ahora Bruno Macher, líder la banda, presenta “Salsa en la cárcel”, una incursión por los centros penitenciarios para hombres.
“Lo que buscamos con esta iniciativa, es llevar música, entretenimiento y cultura a la gente que está recluida, el único objetivo que tenemos es de colaborar con la reinserción de estas personas a la sociedad” comenta Bruno Macher, vocalista de la banda. El proyecto tiene dos etapas: el 26 y 28 de junio se dictarán talleres de música a las orquestas formadas en las cárceles y que tocarán junto a Sabor y control el día de la clausura, el 10 de julio.
Los trabajos sociales de la orquesta son sin fines de lucro, sólo buscan contribuir. Las cárceles que participan esta primera vez son: Penal de Lurigancho y Penal de Sarita Colonia. La fecha central del proyecto será el 10 de julio.
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