El guitarrista presentó en Lima un show en el repasó los grandes éxitos de sus bandas Genesis y GTR.
El Gran Teatro Nacional fue escenario de uno de los conciertos más esperados del año. Steve Hackett lució, ante sus fanáticos, todo el talento que demostró durante su paso por reconocidas bandas como Genesis y GTR.
El público colmó las butacas del recinto para verlo en vivo en un show que arrancó a las 8:30 p.m. con una versión instrumental de la canción “Please Don’t Touch”. Sus seguidores respondieron al arranque del concierto con una lluvia de aplausos.
“¡Buenas noches!”, exclamó Hackett al terminar su introducción. “Es genial estar de vuelta, estoy muy feliz de estar de regreso en Lima”, agregó en español el guitarrista, aunque aclaró: “mi español no es lo mejor que tengo”.
Acto seguido, Hacket y su banda, conformada por Roger King (teclados), Gary O’Toole (batería/percusión), Rob Townsend (vientos/cañas) y Jonas Reingold (bajo/doce cuerdas), deleitaron a los presentes con el tema “Every Day”.
LA FUERZA DE SUS CUERDAS
Su tercer tema, “Behind the Smoke”, el cual dedicó a su esposa y a los refugiados en distintos rincones del mundo, se vio empañado por una serie de complicaciones con el sonido.
A pesar de esto, Steve no dejó de transmitir energía en su performance y, en cuanto se superó el desperfecto, hizo llorar su guitarra como en sus mejores épocas. Reacción que el público supo corresponder con una ovación.
El incidente parece haber motivado al músico británico, pues sus siguientes temas, “El niño”, “In The Skelleton Gallery” y “Rise Again”, interpretados a modo de popurrí, fueron magistrales.
Al terminar, Hackett se dio un respiro para agradecer a su público por acompañarlo en cada una de sus canciones con tanto entusiasmo y pasión. “Ahora, llega el momento de GTR”, anunció el guitarrista para darle la bienvenida a Nad Sylvan.
La voz de Sylvan resonó en el Gran Teatro Nacional con “When the Heart Rules the Mind” e "Icarus Ascending”. Las melodías no solo emocionaron a los presentes por su interpretación, sino por su ya característica pasión para tocar la pandereta.
EL TURNO DE GENESIS
El show de Steve Hackett no podía estar completo sin resucitar los mejores temas de Genesis. “Dancing with the Moonlit Knight” y “One for the Vine” fueron los primeros éxitos con los que el músico abrió la segunda parte de su recital.
Poco a poco, el público iba dejándose dominar por los recuerdos, para ponerse de pie y corear a viva voz “Inside and Out”, “The Fountain of Salmacis” y “Firth of Fifth”.
Hackett y su guitarra parecían haberse convertido en uno solo. La energía y el rock se sentían en cada rincón.
Ya cerca del final, la banda de Hackett fue dibujando el camino de la despedida con “The Musical Box” y “Supper’s Ready”. “Nuevamente, fue un honor estar en Lima, con todos ustedes”, dijo el británico antes de iniciar su repertorio de despedida.
Con un empalme perfecto de “Los Endos” y “Slogans”, sumado a un atractivo show de luces que se mezclaban conintensidad, Hackett le decía adiós a sus seguidores al final de una de las grandes noches del rock.
Comparte esta noticia