En 1970, la dupla salsera sintió que había llegado el momento de arriesgarse y ofrecer algo diferente. Así nació Asalto Navideño, un álbum que no solo celebraría las fiestas de fin de año, sino que además rendiría homenaje a las raíces puertorriqueñas
Hace poco más de 50 años, la salsa se convertía en el fenómeno musical insignia de la comunidad latina en Nueva York. En medio de este apogeo estaban Willie Colón y Héctor Lavoe, una dupla que destacaba en el género gracias a propuestas discográficas como La Gran Fuga y Cosa Nuestra. No faltaban las celebraciones a ritmo de Juana Peña, Te Conozco, Che Che Colé y Barrunto, por mencionar solo algunos temas.
Conscientes de su popularidad, los dos sintieron que había llegado el momento de arriesgarse y ofrecer algo diferente. Así nació Asalto Navideño, un álbum que no solo celebraría las fiestas de fin de año, sino que además rendiría homenaje a las raíces puertorriqueñas.
Para este proyecto, recurrieron a la música jíbara, un género muy arraigado en la cultura de la 'La Isla del Encanto', con melodías pegajosas y letras que evocan la vida en el campo. Willie Colón, siempre visionario, propuso renovar esta tradición y darle otro estilo musical.
"El fenómeno de Asalto Navideño fue un instinto que seguimos. La meta no era hacer un disco que se convirtiera en un hit, sino darle validez a la música jíbara", recordó Willie Colón años después en un encuentro con la prensa.
Antes de poner manos a la obra, Willie y Héctor buscaron nuevos talentos que aportaran autenticidad al proyecto. Así fue como llegó Roberto García, amigo de Lavoe y talentoso guitarrista, quien propuso incluir al músico Yomo Toro, maestro del cuatro puertorriqueño, un instrumento de la familia de las guitarras, pero provisto de cuatro cuerdas, de ahí el origen de su nombre.
"En ese tiempo yo tocaba con Yomo Toro en varios lugares. Me acordé de su talento con el cuatro y le dije a Héctor: 'Oye, ¿tú crees que podamos llevar a Yomo Toro?'. Héctor habló con Willie y al rato me llama para confirmarme que Yomo debía estar en el estudio", contó García.
Yomo Toro no era un desconocido para Willie Colón. Desde joven, 'El Malo del Bronx' ya había sido testigo de su talento en un bar puertorriqueño llamado Campana.
"Vi un cartel que decía: 'Yomo Toro los viernes'. Miré por la ventana y escuché cómo sonaba su cuatro. Intenté entrar, pero me sacaron porque era muy joven. Creían que estaba interesado en las bailarinas, pero yo quería ver todo", relató Willie.
Una vez en el estudio, la química entre Yomo y los músicos fue instantánea. Tocaban con él como si lo hubieran hecho toda la vida.
"Yomo Toro sumó autenticidad y sabor al proyecto. Así fue que llegó a ser incluido en las estrellas de Fania, la disquera quería un poco de ese sabor que Yomo aportó. Hay que darle crédito por cómo logró fusionar la música jíbara con la salsa", dijo Colón.
Temas como Aires de Navidad y La Murga hicieron de Asalto Navideño el disco navideño de salsa más vendido en la historia de la música latina, según Fania Records. La producción incluyó otras joyas como Canto a Borinquen, Popurrí Navideño, Traigo la Salsa, Esta Navidad y Vive Tu Vida Contento.
Sin embargo, destaca la curiosa historia de Aires de Navidad, uno de los temas más populares de Asalto Navideño. Inspirado por el concepto del álbum, Roberto García comenzó a tararear la melodía que, casi de inmediato, convirtió en letra. Esto sucedió poco antes de llegar al estudio de grabación: "Ya van a empezar las fiestas, las fiestas de Navidad. Y el jibarito cantando a todos nos va a alegrar...".
Otro de los temas a destacar es La Murga, que hace referencia a un género musical que es ejecutado por un grupo de músicos callejeros. Su inconfundible introducción, según se cuenta, surgió de manera espontánea mientras Willie Colón afinaba su trombón.
"Empezamos a grabar a las dos de la tarde y a las siete de la noche Willie Colón me dijo: 'Nunca en la vida había pasado un momento tan feliz como este", recordó Roberto García.
El éxito del disco fue tal, que en 1973 Fania Records lanzó un segundo álbum navideño titulado Asalto Navideño, Vol. 2, pero esa es otra historia.
Más allá de la música, Asalto Navideño dejó una de las carátulas más originales y recordadas de la salsa. Diseñada por el ilustrador Izzy Sanabria y fotografiada por Len Bauman, la portada muestra a Willie Colón disfrazado de Santa Claus, con un puro en la boca, el clásico saco rojo y la barba blanca. A su lado, Héctor Lavoe, caracterizando a un pícaro elfo que forcejea con Willie para evitar que se lleve un regalo. La escena parece haber sido capturada desde la ventana de un edificio en las calles de Nueva York, donde empezó todo este movimiento latino que hoy conocemos como salsa.
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