El grupo británico lanza hoy su séptimo álbum, "A Head Full Of Dreams".
El grupo británico Coldplay lanza hoy su séptimo álbum, "A Head Full Of Dreams" ("Una cabeza llena de sueños"), con el que la veterana formación regresa a un sonido enérgico, con toques dance y pop, ajeno a la melancolía.
Los once temas de este trabajo rompen con la solemnidad que destilaba "Ghost Stories" (2014), que cosechó muy buenas críticas pese al acusado cambio de registro operado por la banda, que entonces adoptó un tono profundo e intimista, y que ahora aparcan.
El archiconocido cuarteto inglés dio un anticipo en un concierto muy poco habitual, que dieron anoche en una iglesia del barrio londinense de Hackney, uno de los núcleos de la comunidad "hipster" de la capital.
El año pasado Chris Martin, su líder, dejó entrever en una entrevista con la BBC que "A Head Full Of Dreams" podría ser una "culminación de algo", sin especificar de qué. En concreto, el solista comparaba este álbum con "el último libro de (la saga de) Harry Potter o algo parecido".
Recién estrenado el nuevo disco, ya tienen por delante un calendario repleto de compromisos, que los llevará en 2016 a tocar en 20 estadios de 14 países por Europa y Latinoamérica.
El lanzamiento del álbum coincide con la noticia que Coldplay amenizará musicalmente el descanso de la Super Bowl 50 el próximo febrero, algo que Chris Martin calificó como "el mejor momento" de la carrera del grupo y dijo que se sentían "ilusionados y honrados y encantados" de participar.
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