No se tomaron fotografías y no hay grabaciones que acrediten el hecho y menos de 20 personas estuvieron presentes.
Un día como hoy, 8 de enero, cumpliría un año más (82) el rey del rock, Elvis Presley, y para conmemorar este día, recordemos como fue la simpática reunión donde Los Beatles conocieron a Elvis.
Tengo que empezar mencionando que no se tomaron fotografías y no hay grabaciones que acrediten el hecho, menos de 20 personas estuvieron presentes, por esto es que es difícil de explicar por qué una de las reuniones más grandes en la historia del rock haya pasado prácticamente desapercibida y se limite a una simple anécdota. Pero estos son los hechos de este encuentro único: en una tranquila noche de agosto en 1965, dentro de una mansión alquilada en las colinas de Bel Air (Los Ángeles) Elvis conoció a los Beatles o mejor dicho Los Beatles conocieron a su ídolo.
La casa era la de Elvis y los Beatles (en una caravana de limosinas) fueron a él. Un poco protocolario para las jóvenes superestrellas que llegaron a rendirle tributo a una vieja estrella, que había sido una autentica inspiración para el grupo, y para John Lennon en particular. Lennon y Paul McCartney siempre habían expresado su interés de conocer al ‘Rey’ cuando los Beatles visitaron por primera vez Estados Unidos en febrero de 1964. Brian Epstein buscó el encuentro y logró establecer contacto con el Coronel Tom Parker, el particular manejador de Elvis. Por cuestiones de calendario no se pudieron encontrar y el único contacto que hubo entonces entre las estrellas fue a través de un telegrama con una felicitación por parte de Elvis y el Coronel que Ed Sullivan leyó al aire luego del debut del grupo en su programa de televisión.
Y al cierre de la gira de los Beatles en 1965 todas las estrellas literalmente se alinearon. El grupo estaba en Los Ángeles para unas presentaciones en el Hollywood Bowl y Elvis se encontraba en la ciudad luego de completar la filmación de la película Paraíso al Estilo Hawaiano en Hawai. Epstein y Parker rápidamente establecieron algunas reglas claves: una reunión de perfil bajo en la casa de Elvis, sin fotógrafos, ni presencia de periodistas, aunque Parker se aseguró de avisarle a algunos seguidores locales para que estuvieran presentes cuando los autos ingresaran a la casa de Presley.
Los cuatro integrantes de los Beatles estarían acompañados por Epstein y Mal Evans, su manager de la gira. Elvis estaría con su esposa Priscilla y algunos integrantes de confianza de su entorno, denominado la “Mafia de Memphis”. Para el entretenimiento había una mesa de billar, una ruleta y una mesa para cartas. Y aunque Elvis no le gustaba mucho el alcohol, se disponía de una selección ligera de tragos.
Un poco después de las 10 de la noche del 27 de agosto una línea de limosinas llego a la casa, una por cada uno de los integrantes de los Beatles: John, Paul, George y Ringo, mientras que Epstein y Evans llegaron en otro automóvil y se detuvieron frente a los aficionados que se habían reunido en las afueras de la casa ubicada en el vecindario de Perugia. En cuestión de minutos las dos fuerzas más grandes en la historia del rock estaban frente a frente. Las presentaciones de rigor se realizaron. ¿Y ahora que se suponía que debería pasar? Los Beatles se les notaba más emocionados e incluso tímidos al saber que estaban conociendo una gran estrella e incluso hubo momentos al comienzo de silencios bastante incómodos.
“Cuando tu caminas y entras a la casa de Elvis Presley es diferente…” conto Jerry Schilling, estaba presente y pertenecía al entorno de la ‘Mafia de Memphis’. “No importa cuán talentoso y confiado en ti mismo pero su sola presencia llevan las cosas a otro nivel. Eso podía verse con los Beatles. Pero Elvis sabía que debía hacer. En ese gran cuarto dijo rompiendo el silencio ‘si ustedes se van a quedar sentados ahí para mirarme, mejor me voy a dormir’, todos sonrieron y de esta manera se rompió el hielo”.
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