Trabajos de limpieza se realizan en diversas arterias del Cercado de la ciudad para rehabilitar las vías.Familias afectadas piden ayuda.
Quien iba a presagiar que una tranquila tarde, nublada (típica en esta temporada pluvial), del pasado 8 de febrero, se convertiría en un día de desgracia para la ciudadanía arequipeña.
Una torrencial lluvia, que al inicio se reportó como un simple chubasco, registrado por más de cuatro horas, ocasionó una serie de emergencias con el ingreso de las diversas torrenteras que se desbordaron causando inundaciones, colapso de buzones, rotura de tuberías y vías dañadas.
Se inicia la reconstrucción
Tras siete días, el panorama en la ciudad, aún es desolador. Las vías dañadas y la tierra acumulada aún en algunas zonas nos recuerdan el fatal viernes 8 de febrero.
Obreros con maquinaria pesada limpian las diversas arterias del Cercado de la ciudad, en las que se acumuló gran cantidad de tierra, rehabilitándose el tránsito. Situación diferente a la observada en los distritos de Miraflores y Mariano Melgar, donde poco o nada se ha hecho para atender las emergencias reportadas en estas jurisdicciones, causando la protesta de los vecinos, quienes demandan la atención de sus autoridades distritales.
En la avenida Venezuela, la zona más afectada, solo se realiza el movimiento de tierra, pues por los daños ocasionados, autoridades elaboran expedientes técnicos para iniciar la reconstrucción de los sectores afectados.
En el parque de La Madre, continúan albergadas las seis familias que perdieron sus pertenencias por la inundación; mientras que a las familias de los distritos de Alto Selva Alegre y Cerro Colorado, que resultaron damnificadas, también se les brinda la ayuda correspondiente.
Los daños ocasionados
De acuerdo al informe de Defensa Civil, más de 16 mil viviendas resultaron afectadas y 50 kilómetros de vías dañadas.
El ingreso y desborde de la torrentera de la avenida Venezuela, en el Cercado de la ciudad fue la que ocasionó más daños. El lodo ingresó con tal fuerza que empezó a llevarse todo a su paso, autos ticos y hasta camionetas 4X4 eran arrastrados por la corriente, y hasta parte de la carretera asfaltada, también se vino abajo.
El rebose ocasionó inundaciones de viviendas, y el mercado del Terminal Pesquero El Palomar fue el más afectado al caerse el techo, quedando los puestos de venta destrozados. Actualmente, los comerciantes reanudan sus actividades, luego de siete días.
Las vías se convirtieron en ríos, y la ciudanía que intentaba regresar a sus domicilios, se agrupaba para cruzar en ‘fila india’, pues tomar un taxi se convirtió en casi imposible; además que nuestros propios compatriotas, en vez de solidarizarse, subieron sus tarifas hasta en 100%, aprovechándose de la situación.
Cinco personas fallecieron y, hoy, dos jóvenes luchan por recuperarse al resultar con serias lesiones luego que postes les cayeran encima, cuando exponiendo sus vidas, rescataban a las personas que eran arrastradas por el lodo de la torrentera.
Milagros Puma, de 17 años, y Milton Escalante, de 29, años son ahora reconocidos como ‘héroes’ en la Ciudad Blanca. Los jóvenes trabajadores nos dieron el ejemplo de colaboración y amor al prójimo, y hoy que piden nuestra ayuda… ¡Solidaricémonos con ellos!
Por: Diane Mora Quispe
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