Con unas pocas monedas en los bolsillos, en la feria de Alasitas se pueden comprar autos, casas, títulos profesionales, euros, dólares y hasta bebés. Todo se puede en ese mundo de miniaturas y de ritos por el bienestar.
Si alguna vez soñó con comprar un bus o tener un título profesional, acaso viajar en un crucero y conocer el mundo, pues ahora aquel anhelo puede hacerse realidad en la feria de Las Alasitas, a realizarse en los primeros días de mayo en diferentes ciudades de la región Puno.
La feria de las Alasitas reúne a cientos de artesanos, entre peruanos y bolivianos, quienes con una creatividad heredada de los antiguos Tiahuanaco, elaboran diversos productos en miniatura como vehículos, casas, carretillas, ganado, equipos de sonido, de cómputo, títulos profesionales, dinero, maletas de viaje, herramientas de trabajo y todo lo que usted pueda imaginar, y que tenga demanda entre el público.
La feria en la ciudad de Puno
Los comerciantes inician su venta al por mayor en zonas estratégicas de la avenida Floral, días antes al 3 de mayo, fecha principal de la feria de las Alasitas, que en aymara significa "cómprame".
Los artesanos arman sus carpas, desafían a la lluvia y exhiben sus productos, las quimeras por las que los visitantes pagarán una suma simbólica. Cada año renuevan su mercadería, consistente en ganado vacuno de raza mejorada y que tiene mayor demanda entre los pobladores del sector rural.
También los niños recorren el jirón y compran sus alcancías a precios cómodos. Las hay de figuras de personajes animados, aunque la de mayor demanda es la clásica representación del cerdito.
Y en tanto, en otros puestos, el público pugna por adquirir herramientas de campo, material de construcción, productos de pan llevar, tiendas de cabinas de internet, restaurantes, hospedajes, farmacias, tienda de telas, de ropa, de pasamanería y otros negocios hechos en miniatura.
En Juliaca
Desde antaño, la celebración solo se realizaba el 3 de mayo en el cerro Santa Cruz de la ciudad de Juliaca, sin embargo, para este año algunos comerciantes adelantaron la festividad, ampliando la feria por calles aledañas al lugar.
La costumbre dicta que el 2 de mayo, comerciantes y artesanos asciendan al cerro Santa Cruz para armar sus puestos y vender sus productos sobre plásticos azules colocados en el piso.
La realización profesional aquí cuesta una moneda: títulos profesionales de diversas universidades del país y del extranjero son ofertados a un sol. Y no hay por qué echar de menos una ceremonia de graduación, ya que el comerciante imprime de una inusual alegría el ambiente al fungir de notario y legalizar el documento que padres de familia compran para sus hijos.
Los estudiantes y profesionales que aún no consiguen el título también compran el pergamino y luego realizan el ritual para que en un tiempo no muy lejano cristalicen sus deseos.
Las parejas de esposos que anhelan tener bebés adquieren pequeños muñecos que por el color de la ropa se distinguen sin son hombres o mujeres. Los bohemios pueden prolongar sus tertulias comprando miniaturas de cajas de cerveza a dos soles, mientras que los aventureros pueden adquirir maletas de viaje, pasaportes y hasta la añorada visa estadounidense.
Un auto en Alasitas puede llegar a costar 25 soles, un guiño de ironía al precio real de un auto cero kilómetros que bordea los 25 mil dólares.
La ch"alla
Luego de comprar los productos, la gente participa de la celebración de la ch"alla, que consiste en un rito en el que son necesarios el sahumerio, el incienso, las flores, la mistura, la cerveza o el vino, y las oraciones que realiza el yatiri o el brujo andino.
Dicen que la ch"alla debe realizarse antes del mediodía, pero algunos lo hacen durante las 24 horas. El yatiri no pone el precio, te pide tu voluntad, pero dicen que mientras más des mayores son las posibilidades de que tus deseos se hagan realidad. El promedio de pago por la ch"alla es 5 soles.
Posteriormente, las familias enteras se alejan de ese sector y se trasladan a otras zonas donde algunos jóvenes y adolescentes tienen edificadas casitas de barro que venden entre 20 y 30 soles, según la ubicación de la vivienda.
En ese sector, los amigos se hacen compadres al ch"allar las viviendas que se desean y solo se compra a bajos precios en la feria de los deseos y el 3 de mayo.
El ekeko
El personaje mítico andino que es considerado como “el dios de la abundancia” también es demandado en la celebración de las Alasitas. El ekeko es un muñeco de yeso de unos 20 centímetros de altura y carga saquillos de productos de pan llevar.
Al comprarlo, uno debe atenderlo los días martes y viernes, colocándole un cigarro en la boca, pues así se hará realidad el deseo, de lo contrario este traerá desdicha.
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Por: Paty Condori Huanca
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