En su ignorancia los padres encerraron al menor, quien padece de un leve retardo mental, porque temían que se pierda o que le pueda pasar algo.
Impactante. Un menor de 10 años con leve retardo mental vive encerrado en una oscura habitación de adobe y atado a una soga desde hace cinco años.
Este caso se ha registrado a tres horas del caserío de Mitua, del distrito yungaino de Quillo hasta donde llegó el director de inteligencia sanitaria de la Dirección Regional de Salud de Áncash, Jorge Ortiz Olivera, quien confirmó la dramática situación del niño de iniciales D.E.R.M. y de su familia.
El funcionario informó que en su ignorancia los padres encerraron al menor porque temían que se pierda o que le pueda pasar algo en el campo. “Ellos dicen que buscaron ayuda para el tratamiento de su hijo, pero nadie les hizo caso”, precisó.
El menor no conoce el día, la noche y tampoco un juguete. Duerme en el suelo y hace sus necesidades fisiológicas en la misma habitación. La soga que sujeta su cuello está amarrada a una estaca y solo come una vez al día, debido a la situación de extrema pobreza de su familia.
Jorge ortiz manifestó que el niño presenta un cuadro de desnutrición y anunció que lunes una comisión integrada por la Fiscalía de Familia, la Defensoría del Pueblo y el sector salud, rescatará al menor.
"Estamos gestionando su traslado a Lima a través del Sistema Integral de Salud para que pueda recibir atención médica especializada. Estoy seguro que con un año de tratamiento el niño podrá recuperarse por completo", sostuvo Ortiz.
Añadió que sus padres y cuatro hermanos viven también en condiciones paupérrimas.
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