Los niños de las aldeas de Huaraz y Huari se han visto afectados debido al congelamiento de las cuentas del Gobierno Regional de Áncash.
Una crisis administrativa y económica se registra en el Gobierno Regional de Áncash, tras el congelamiento de las cuentas, medida que ha paralizado sus actividades como el pago de los servicios básicos, el desabastecimiento de alimentos y útiles escolares para 100 niños, entre huérfanos y abandonados, de las aldeas infantiles de Huaraz y Huari.
Son ellos quienes sufren las consecuencias de esta medida, según manifestó la directora de la aldea Señor de la Soledad, Karina Rosales.
Mientras tanto, 40 auditores de la Contraloría continúan en la sede regional investigando los actos administrativos y económicos de la gestión del presidente regional de Áncash, César Álvarez.
Cabe recordar que hace 30 días la Contraloría General de la República solicitó al Ministerio de Economía y Finanzas suspender las cuentas del Gobierno Regional de Áncash y sus dependencias, medida que a la fecha continúa vigente.
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