Los ataúdes con las víctimas fueron dados a sus familias en la sede del Ministerio Público de Ayacucho, tras haber identificado a las víctimas.
Los restos de 65 personas que fueron asesinadas durante la época de violencia interna en Perú parten hoy a sus comunidades de origen en el distrito de Chungui, en la región Ayacucho, para ser sepultados tras haber sido ubicados por el Ministerio Público en fosas comunes.
Una fuente de la Comisión de Derechos Humanos (Comisedh), uno de los organismos encargados de identificar a las víctimas, confirmó a Efe la cantidad de restos entregados este viernes a los familiares de los fallecidos.
Los ataúdes con las víctimas fueron dados a sus familias en la sede del Ministerio Público de Ayacucho, tras lo que se realizó una romería, una ceremonia religiosa y un velorio simbólico en el local municipal, informaron a Efe periodistas locales.
Según la Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial, las víctimas pertenecían a las comunidades de Huecchues, Pallccas, Chupón, Chinchibamba, Espinco y Rumichaca.
El informe que presentó en 2003 la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) registró que 1.381 personas murieron o desaparecieron en Chungui, entre 1980 y 2000, lo que equivale a casi un 17 % de la población en 1981.
Según la CVR, durante 20 años Perú vivió un conflicto interno en el que murieron cerca de 70.000 personas, la mayoría responsabilidad del grupo terrorista Sendero Luminoso.
EFE
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