Las festividades se inician la primera semana de octubre con la parada del tradicional gallardete. En la Plaza de Armas, las autoridades anuncian que la provincia está de fiesta.
Los paradisiacos paisajes naturales de la provincia de Cajabamba (Cajamarca), la arquitectura serrana, su gastronomía y el calor de su gente la convierten en un atractivo especial para los visitantes, quienes quedarán maravillados al conocer la Gloriabamba de Bolívar.
Sin embargo, en el mes de octubre, Cajabamba destaca por la fe y devoción de su pueblo, pues a todo lo grande celebran la fiesta patronal en honor a la "Mamita del Rosario", cuyas fechas principales son festejadas la primera semana de octubre.
Las festividades se inician con la parada del tradicional gallardete, el cual parte desde el barrio la Alameda, donde se concentran las principales autoridades de la localidad, y acompañados de la multitud se dirigen hacia la Plaza de Armas, para allí colocarlo y anunciar a toda la región y el Perú entero que la provincia de Cajabamba está de fiesta en honor a la Santísima Virgen del Rosario.
Danza de los Diablos
Curiosamente el personaje principal que se encuentra en todas las actividades es el diablo. Se trata de un personaje que luce un traje multicolor y junto a sus compañeros danzan sin parar, siendo el alma de la fiesta.
La Danza de los Diablos es reconocida a nivel nacional e incluso se formó una asociación cultural para difundir la riqueza ancestral de la provincia Cajamarquina de Cajabamba.
Los expertos nos manifiestan que los trajes de los diablos son confeccionados a mano, por ello su costo es alto. Un traje de estos puede llegar a costar hasta mil 800 soles.
Mamita del Carmen
Cuentan los tradicionalistas cajabambinos que hace varios años atrás, nadie recuerda la fecha con exactitud, una pastorcita cuidaba de sus ovejas, y un día en su diario trajinar vio una luz intensa sobre unas plantas de tuna. Esto llamó su atención y temerosa se acercó lentamente, cuando de pronto divisó el descenso de una bella y celestial imagen.
La niña escuchó una tierna voz que le daba confianza y le decía que no tema, porque era la madre del salvador. Le pidió que vaya el cura y cuente todo lo que había visto, además que en el mismo lugar se edifique una casa de oración. Después la imagen desapareció entre el cielo azul de Cajabamba.
La pequeña fue corriendo hasta el pueblo para contar lo sucedido, pero se había olvidado de las ovejas, las cuales la habían seguido como si alguien las guiara. Una vez dada la noticia, esta se esparció rápidamente y los pobladores decidieron edificar una iglesia cerca a la peña del olvido, la cual con los años fue trasladada hasta el centro de la ciudad.
Por: Luis Asencio
Lea más noticias de la región Cajamarca
Comparte esta noticia