Unos mil pobladores intentan tomar la comisaría del sector, donde se encuentran los presuntos criminales, siendo repelidos con bombas lacrimógenas por la policía.
El caos y la indignación se han apoderado de la población casmeña (Áncash) tras el asesinato del comerciante Alberto Coveñas Sernaqué, ocurrido esta tarde.
Con piedras, palos y a empujones, unos mil vecinos intentan tomar la comisaría del sector, donde se encuentran detenidos dos de los presuntos criminales, siendo repelidos con bombas lacrimógenas y disparos al aire efectuados por la policía.
Los pobladores exigen la entrega de los sujetos para hacer justicia con sus propias manos.
En estos momentos, un grupo de vecinos se traslada a la carretera Panamericana Norte para interrumpir el tránsito vehicular.
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