Luis Pozo Palacios, jefe de cocineros, dijo a RPP que, entre otros productos, utilizaron 300 kilos de arroz, 450 kilos de pescado y 3 mil 500 litros de chicha de jora.
No podía ser diferente. El pueblo piurano de Catacaos, fiel a su costumbre en Semana Santa, se dio cita en la casa del "doliente" elegido para este año, para colaborar en la preparación de un total de 14 mil platos, dos mil por cada uno de los Siete Potajes, los mismos que fueron compartidos entre 3 mil personas.
Este 2010, como es normal, los moradores ahorraron lo necesario para no dejar de dar su aporte en esta costumbre mestiza, que se ha instituido en típica para los cataquenses.
Luis Pozo Palacios, jefe de cocineros, dijo a RPP que, entre otros productos, utilizaron 300 kilos de arroz y 450 kilos de pescado, queso en molde, aceitunas, galletas y frutas. Así también, emplearon 3 mil 500 litros de chicha de jora y 500 litros de vino.
Explicó que lo más difícil de preparar es el plato "malarrabia", cuyo nombre proviene de la historia de una mujer que tenía un esposo alcohólico, que prepotentemente le pedía comida, a veces la golpeaba y no le daba dinero. Un día ella sin dinero consiguió algo de pescado salado, plátanos y frijoles para saciar el hambre de su marido. La preparación fue hecha con "malarrabia". De allí el conocido potaje.
Luis Miguel Lizama Sandoval, quien fuera elegido el doliente para el presente año, explicó a RPP que su participación consiste en ser la persona que recibe simbólicamente el pésame por la muerte de Jesucristo y también tiene a su cargo la atención a los invitados que degustarán los "Siete Potajes".
Este 2010, como es normal, los moradores ahorraron lo necesario para no dejar de dar su aporte en esta costumbre mestiza, que se ha instituido en típica para los cataquenses.
Luis Pozo Palacios, jefe de cocineros, dijo a RPP que, entre otros productos, utilizaron 300 kilos de arroz y 450 kilos de pescado, queso en molde, aceitunas, galletas y frutas. Así también, emplearon 3 mil 500 litros de chicha de jora y 500 litros de vino.
Explicó que lo más difícil de preparar es el plato "malarrabia", cuyo nombre proviene de la historia de una mujer que tenía un esposo alcohólico, que prepotentemente le pedía comida, a veces la golpeaba y no le daba dinero. Un día ella sin dinero consiguió algo de pescado salado, plátanos y frijoles para saciar el hambre de su marido. La preparación fue hecha con "malarrabia". De allí el conocido potaje.
Luis Miguel Lizama Sandoval, quien fuera elegido el doliente para el presente año, explicó a RPP que su participación consiste en ser la persona que recibe simbólicamente el pésame por la muerte de Jesucristo y también tiene a su cargo la atención a los invitados que degustarán los "Siete Potajes".
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