Chankillo: A un año de ser declarado patrimonio mundial no se cumplen promesas de inversión, denuncia arqueólogo

A un año de que la Unesco declarara como Patrimonio Mundial de la Humanidad al Complejo Arqueoastronómico de Chankillo, situado en la provincia de Casma, en Áncash, todos los niveles del gobierno han incumplido las promesas de inversión económica en la conservación e instalación de infraestructura de uso turístico, aseveró el director del Proyecto Chankillo, Iván Ghezzi Solís.

A través de RPP Noticias, el arqueólogo hizo un llamado para que el Gobierno Central implemente la unidad ejecutora que aprobó el Congreso en noviembre del año pasado y cumpla con asignar los 10 millones de soles anuales que se necesitan como mínimo para iniciar la puesta en valor del observatorio astronómico y la habilitación turística.

Recordó que durante la postulación de Chankillo ante la Unesco, el Ministerio de Cultura se comprometió a invertir un total de 57 millones de soles, en varios años, pero aún no ha transferido ni un sol, afirmó Ghezzi.

El profesional comentó que tras la declaratoria las visitas a Chankillo se han duplicado y con la inversión económica que se inyecte al año podrían llegar a las 100 mil y generar el desarrollo de Casma y de la región Áncash.

Ghezzi también lamentó que los trabajos de restauración de las trece torres del observatorio solar más antiguo de América se hayan paralizado debido a la falta de dinero, situación que impide que los turistas pueden apreciar y conocer su legado histórico.

Chankillo, patrimonio de la humanidad

El 27 de julio de 2021, la Unesco incluyó al observatorio solar y centro ceremonial de Chankillo, ubicado en la costa de Áncash, en la Lista del Patrimonio Mundial.

La cuadragésimo cuarta sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco aprobó la candidatura peruana, que se conviertió así en la entrada número 13 del país en la lista.

Los investigadores apuntan a que en el complejo arqueológico de Chankillo se llevaron a cabo observaciones astronómicas directas entre los años 500 y 200 antes de Cristo, siguiendo el movimiento anual del sol para regular festividades religiosas y otros eventos estacionales.

Situado cerca de la costa, a unos 365 kilómetros al norte de Lima, el observatorio se distribuye en tres sectores que cubren unos cuatro kilómetros cuadrados en los que se hallan trece torres, un templo circular y una plaza, construidos con tierra y barro.

Los miembros del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco se reunieron en China y junto a Chankillo evaluaron las candidaturas del sitio Roberto Burle Marx, ubicado en Brasil; y la iglesia de Estación Atlántida, en Uruguay. Todas estas propuestas estaban pendientes desde 2020, cuando la Unesco se vio forzada a cancelar su cita anual por las condiciones sanitarias mundiales derivadas de la pandemia de la COVID-19.