La intervención se produjo en un corralón, ubicado en el cruce de las calles Tacna y Caravelí del pueblo joven Miraflores, en el distrito de José Leonardo Ortiz.
Cuarenta toneladas de sal, que constituían un peligro para el consumo humano y que no contaba con documentación alguna, fueron decomisadas por personal del Grupo Apocalipsis de la Comisaría del Norte y la Primera Fiscalía de Prevención del Delito de Chiclayo (región Lambayeque).
La intervención se produjo en un corralón, ubicado en el cruce de las calles Tacna y Caravelí del pueblo joven Miraflores, en el distrito de José Leonardo Ortiz. Ahí se encontró a Luis Irigoin Quintana (40), quien negó ser el propietario del producto.
La fiscal, Ivón Zárate Izquierdo, manifestó que el hecho configura un atentado contra la salud pública y la propiedad industrial pues se encontraba en sacos que no reunían las condiciones de salubridad y además iban a ser empacadas y vendidas, bajo diferentes marcas, sin contar con el sustento legal, en los mercados de esta región norteña.
Se conoció que en lo que va del año, el personal policial decomisó bajo esta modalidad hasta 400 toneladas de este tipo de producto.
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