El jefe regional de la Zona Norte del Inpe, Sergio Haro Huapaya, contó que el INPE ha dispuesto que las visitas sean desde ahora más rígidas en cada uno de los controles.
Las autoridades del penal de Picsi (Chiclayo) evalúan restringir paulatinamente las visitas a los internos de este establecimiento penitenciario, debido a las lamentables condiciones de hacinamiento que se viven en el centro de reclusión, donde la cantidad de internos superó ya los dos mil.
Para el jefe regional de la Zona Norte del Inpe, Sergio Haro Huapaya, esta situación se vuelve incontrolable no solo para la seguridad en el establecimiento penitenciario, sino para el control de los equipos de telefonía celular que aún están escondidos en baños y pabellones, que siguen siendo herramienta fácil para que los reos extorsionen desde el interior de la prisión.
“Ya llegamos a los dos mil internos, este penal tiene precarias condiciones y llegará el momento en que tengamos que restringir visitas e ingreso de paquetes, alimentos, porque es incontrolable esta situación”, precisó Haro.
Contó finalmente que el INPE ha dispuesto que las visitas sean desde ahora más rígidas en cada uno de los controles, ya que en lo que va del año se ha sancionado a 80 visitas que intentaron ingresar algún tipo de dispositivo de telefonía celular a los internos.
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