Tras sentenciar al burgomaestre Roberto Torres a dos años, el juez José María Balcazar dijo que este será un referente para los servidores públicos.
El juez José María Balcazar indicó que el fallo que emitió la sala que preside, al sentenciar a dos años al alcalde de Chiclayo, Roberto Torres, para que no ejerza ningún cargo público, es una especie de sentencia pedagógica y aleccionadora que demuestra a los funcionarios públicos que es muy delicado usar los bienes del Estado para fines personales.
“Nosotros hemos mejorado la interpretación de este caso, para esta etapa hemos demostrado fehacientemente argumentos muy convincentes para determinar el fallo, esperamos que sea un buen referente para los servidores público”, indicó el magistrado.
Manifestó que tras la sentencia que emitió, no necesita pedir garantías para su vida pues la decisión está ajustada a los parámetros de la normativa legal.
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