Cada dos horas, los galenos se turnan para darle respiración manual a la recién nacida, debido a la falta de un ventilador mecánico.
Los médicos del hospital La Caleta luchan para mantener con vida a Esperanza, la recién nacida que fue abandonada por su madre en el pueblo joven San Isidro, del distrito santeño de Chimbote (Áncash), el último sábado.
Cada dos horas, los galenos se turnan para darle respiración manual a la pequeña, debido a la falta de un ventilador mecánico, equipo con el cual el nosocomio no cuenta.
El médico neonatólogo del hospital, Carlos Aréstegui lamentó las deficiencias del nosocomio y demandó ayuda a las autoridades de la provincia y la región para salvar la vida de la pequeña sietemesina.
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