Ariel Bracamonte dijo que no han coincidido su posición con la de su hermana e inclusive tampoco la de las procesadas Liliana Castro y Eva Bracamonte.
Concluyó la diligencia de confrontación entre los hermanos Ariel y Eva Bracamonte Fefer por el caso del asesinato de su madre, la empresaria Myriam Fefer en el penal de mujeres de Chorrillos, ex Santa Mónica, informó RPP.
A su salida, Ariel Bracamonte brindó declaraciones a la prensa y luego caminó ráudamente hacia el vehículo que lo esperaba en la calle posterior al centro penitenciario.
Refirió que no se han resuelto muchas de las contradicciones que existen respecto a este caso no solamente de su parte con la procesada sino entre Eva Bracamonte y Liliana Castro.
"Realmente hubo muchas contradicciones no solamente entre mi parte con la procesada sino entre ellas mismas, por ejemplo vuelve el tema de la llamada, mi hermana dice "no contesté la llamada porque yo tengo el sueño muy profundo", afirmó.
"Otro de los temas son las amenazas que supuestamente recibíamos, otros puntos más que dicen que no me echaron de la casa; pero Liliana por ejemplo me dice: "sí le mandamos unos mensajes y le dijimos que se retirara que íbamos a cambiar las chapas" y mi hermana niega completamente los mensajes; que existen, que ya los hemos presentado en un escrito", indicó.
"Lamentablemente este proceso tiene para largo porque no nos hemos puesto de acuerdo en ninguno de los puntos y tampoco esperaba hacerlo, pero al menos lo hizo mi hermana bien, Liliana mejor incluso y bueno, a seguir", dijo Bracamonte Fefer.
Afirmó que hace aproximadamente dos años y medio no veía a su hermana y la encontró bien, incluso supo que está en clases de percusión y danza contemporánea dentro del centro penitenciario.
"Ha sido bastante distante, bastante fría, me chocó porque es mi hermana. Me chocó bastante cuando hablamos de cómo había sido el proceso, cuando me retiré de la casa, recordar nuevamente toda esa etapa ha sido bastante difícil porque fueron cosas sumamente fuertes; pero bueno, estamos acá y hay que seguir, así que eso es todo", puntualizó.
A su salida, Ariel Bracamonte brindó declaraciones a la prensa y luego caminó ráudamente hacia el vehículo que lo esperaba en la calle posterior al centro penitenciario.
Refirió que no se han resuelto muchas de las contradicciones que existen respecto a este caso no solamente de su parte con la procesada sino entre Eva Bracamonte y Liliana Castro.
"Realmente hubo muchas contradicciones no solamente entre mi parte con la procesada sino entre ellas mismas, por ejemplo vuelve el tema de la llamada, mi hermana dice "no contesté la llamada porque yo tengo el sueño muy profundo", afirmó.
"Otro de los temas son las amenazas que supuestamente recibíamos, otros puntos más que dicen que no me echaron de la casa; pero Liliana por ejemplo me dice: "sí le mandamos unos mensajes y le dijimos que se retirara que íbamos a cambiar las chapas" y mi hermana niega completamente los mensajes; que existen, que ya los hemos presentado en un escrito", indicó.
"Lamentablemente este proceso tiene para largo porque no nos hemos puesto de acuerdo en ninguno de los puntos y tampoco esperaba hacerlo, pero al menos lo hizo mi hermana bien, Liliana mejor incluso y bueno, a seguir", dijo Bracamonte Fefer.
Afirmó que hace aproximadamente dos años y medio no veía a su hermana y la encontró bien, incluso supo que está en clases de percusión y danza contemporánea dentro del centro penitenciario.
"Ha sido bastante distante, bastante fría, me chocó porque es mi hermana. Me chocó bastante cuando hablamos de cómo había sido el proceso, cuando me retiré de la casa, recordar nuevamente toda esa etapa ha sido bastante difícil porque fueron cosas sumamente fuertes; pero bueno, estamos acá y hay que seguir, así que eso es todo", puntualizó.