El secretario de organización del Sindicato de Trabajadores del INPE, David Córdova, afirmó que la muerte de un reo en el penal de Qenqoro era una muerte anunciada.
“La muerte de un interno del penal de Qenqoro luego de un enfrentamiento con arma blanca, hace un mes, era una muerte anunciada que el director de dicho centro de reclusión no evitó, a pesar de que había sido advertido por el personal”, informó el secretario organización del Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), David Córdova Antúnez, a su llegada al Cusco.
El dirigente demandó la reorganización de la institución debido a la existencia de funcionarios con presuntas irregularidades en la administración y que permanecen aún en los cargos.
“La muerte de un interno en el penal de Qenqoro se produjo por temas pasionales, motivado por una mujer que había mantenido una relación sentimental con ambos internos, a pesar de que se había pedido que no se le deje ingresar, entró generándose el enfrentamiento con el saldo de un muerto”, refirió.
“Este hecho es grave y debe ser esclarecido por el director del penal de Qenqoro en Cusco, quien debió prevenir el incidente para evitar el desenlace fatal”, comentó.
David Córdova Antunez, dijo que este tipo de irregularidades no solo se da en Cusco, sino en todos los penales del país, por lo que exigen al Ejecutivo una reorganización y remoción de funcionarios para evitar problemas al interior de los centros de readaptación social, como esta ocurriendo actualmente.
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