La policía ha indicado que se trata de pobladores en extrema pobreza procedentes de comunidades campesinas.
Los padres de uno de los tres bebés abandonados en el hospital Antonio Lorena de Cusco fueron ubicados por la policía y al ser interrogados por su actitud se justificaron aduciendo que no tenían dinero para mantener al recién nacido.
Similar suerte corre la segunda bebé cuyos padres son alcohólicos y una tercera infante, de la cual su madre padece retardo mental.
Mientras tanto, los bebés se encuentran bajo la custodia de madres protectoras del Hogar Amantani, por orden del Juzgado de la Familia.
La Comisaría de la Familia registró en el 2010 un promedio de 30 casos de niños abandonados en calles, hospitales y diversos locales.
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