Maribel Musaja y Yovana Vera se reencontraron en la cabina de RPP - Arequipa. Sus hijos, Mateo y Adán de Dios, se tratan como hermanos. Durante cinco meses criaron a otro niño por una negligencia en el hospital Honorio Delgado.
Mateo pasa varias horas al día pateando una pelota. “Es zurdo”, dice orgullosa Maribel Musaja, su madre. Le gusta el fútbol como a su papá. En cambio, Adán de Dios prefiere jugar a los zombies. “Se pone un balde en la cabeza y le dice a su hermano mayor: te voy a comer, te voy a comer”, cuenta su mamá, Yovana Vera.
Mateo y Adán de Dios se tratan como hermanos. Se abrazan y juegan juntos. Se reencontraron en la cabina de RPP Arequipa donde sus mamás contaron todo lo que tuvieron que pasar desde que se enteraron que les habían cambiado a sus hijos al nacer. “Eso nos marcó la vida para siempre”, dice Yovana.
Sus vidas cambiaron el 25 de abril del 2016. Sus hijos nacieron y una obstetra del Hospital Honorio Delgado, se confundió e intercambió a los bebés.
Maribel Musaja dio de lactar y todo su amor a Adán de Dios durante cinco meses. Lo mismo hizo Yovana Vera con Mateo. Ambas creían que eran sus hijos, pero uno de los padres sospechó y decidió someterse a una prueba de ADN. El resultado determinó que no eran sus hijos biológicos.
“No pude creer que algo así podía pasar, yo no quería dejar a Mateo –dice Yovana Vera–, me costó mucho aceptarlo, hasta ahora es difícil creerlo”.
“Lloré mucho, solo lloraba esos días, fue como si se rompiera algo de mí”, dice Maribel Musaja.
ESPERAN JUSTICIA
Han pasado tres años desde que les intercambiaron a sus hijos. Tuvieron que hacer trámites para sacar nuevas partidas de nacimiento y contratar un abogado para interponer una demanda civil contra las autoridades del hospital a la espera de una indemnización.
“Nos prometieron ayuda psicológica, darnos un seguro para nuestros niños y que nos apoyarían en todo momento, pero no cumplieron con nada”, dijo Yovana Vera.
La obstetra que cometió la negligencia fue sancionada con doce meses de suspensión y ahora ya volvió a sus labores. La demanda civil sigue estancada en el Poder Judicial y en la Gerencia Regional de Salud se olvidaron del caso.
“Ni siquiera nos pidieron disculpas, nunca se acercaron a nosotras –destaca Maribel Musaja–. Incluso hubo un médico que nos dijo que era nuestra culpa, todo este tiempo ha sido puro maltrato, por eso me siento triste”.
A pocos días del Día de la Madre, ambas mamás se sienten abandonadas. No solo resultaron dañadas por el impacto emocional, sino también en su economía.
Mateo y Adán de Dios juegan y se abrazan de rato en rato como hermanos. Todavía no entienden la historia de la que son protagonistas.
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