Luis y Carolina, de 12 y 14 años, respectivamente, son velados en la vivienda de la abuela materna, en el asentamiento humano Señor de Luren, en la región de Ica.
Tristes escenas de dolor expresaron durante el velatorio los familiares y amigos de Luis y Carolina Calderón, de 12 y 14 años, respectivamente, quienes fueron envenenados por su padre dándoles caldo de gallina con raticida.
Los menores son velados en la vivienda de la abuela materna, en el asentamiento humano Señor de Luren, en la región de Ica.
Luego dar muerte a sus hijos, Clemente Calderón Miranda (35) intentó asesinar a su esposa María Isabel Rojas Huamñan (28) incrustándole varias veces un diludo cuchillo en el abdomen y la espalda. Afortunadamente la mujer sobrevivió y pudo llegar a pedir ayuda.
Sin embargo, tras creerla muerta, el filicida escribió una carta culpando a su esposa de serle infiel y luego se suicidó consumiendo veneno.
Los cuerpos de los niños reposan en féretros color blanco junto a una capilla ardiente rodeados de familiares y amigos.
En el otro extremo de la ciudad, en la avenida Siete del distrito de Parcota, se realiza también el velatorio del padre de los niños.
Los menores son velados en la vivienda de la abuela materna, en el asentamiento humano Señor de Luren, en la región de Ica.
Luego dar muerte a sus hijos, Clemente Calderón Miranda (35) intentó asesinar a su esposa María Isabel Rojas Huamñan (28) incrustándole varias veces un diludo cuchillo en el abdomen y la espalda. Afortunadamente la mujer sobrevivió y pudo llegar a pedir ayuda.
Sin embargo, tras creerla muerta, el filicida escribió una carta culpando a su esposa de serle infiel y luego se suicidó consumiendo veneno.
Los cuerpos de los niños reposan en féretros color blanco junto a una capilla ardiente rodeados de familiares y amigos.
En el otro extremo de la ciudad, en la avenida Siete del distrito de Parcota, se realiza también el velatorio del padre de los niños.
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