Hablar de Huaylarsh es hablar del Valle del Mantaro, la cosecha, la siembra y el enamoramiento de las parejas.
Se dice que Junín es la región más feliz y que siempre está de fiesta por las diversas festividades que celebramos durante el año, principalmente las religiosas, donde se rinde homenaje a los patrones del pueblo y otras actividades propias de la tradición, heredadas desde tiempos inmemoriales.
Para nuestros ancestros, la llegada de las lluvias, la siembra y la cosecha del maíz, la papa y otros productos, eran motivo de celebración porque estaban asociadas con la cosmovisión andina y al favor de los dioses de la cultura Wanka, posteriormente las deidades de los incas.
El Huaylarsh Antiguo es una de las danzas que simbolizan las fases de la siembra, cultivo y cosecha de la papa, maíz, quinua, cebada, entre otros productos. Esta danza es la expresión de las faenas agrícolas y es un ritual a la Mamapacha para lograr una abundante cosecha de papa. Se cree que este tubérculo fue sembrada por el padre Sol en el seno de la madre Tierra, y por eso los incas abrían los surcos con una chaquitaclla de oro.
La sencillez de la música y la vestimenta parecería asomar una danza triste, sin embargo, es alegre y viril como nuestra geografía, mientras que el gesto de los puños cerrados representa la rebeldía del wanka, heredada del Wallallo Carhuancho.
Más tarde, en 1949, el compositor Zenobio Dagha Sapaico estrenó la muliza, huayno, huaylarsh y fuga “Mi Tierra Wanka” y en 1950 fundó la orquesta Juventud Huancaína, asentando así las bases del Huaylarsh Moderno.
El Huaylarsh Moderno está caracterizado por el lujoso traje bordado con hilos de estambre tanto para varones y mujeres, además de las orquestas que acompañan a las cuadrillas en las fiestas de carnavales, en el mes de febrero.
En la coreografía de la danza, antiguo o moderno, también se representa el pastoreo matizado con el enamoramiento entre los jóvenes, cuyo zapateo imita al zorzal cuando galantea a la hembra bailando a su alrededor con las alas desplegadas, así como la pelea con otros machos para demostrar su valentía.
Esta danza, en sus dos versiones, es posible admirarla desde el domingo de carnavales en los concursos de Huaylarsh que realizan los distritos del sur del Valle del Mantaro, donde es tradicional escuchar la frase “tushruhuy walarsh” que significa “baila, goza, alégrate joven”.
Por: Lizzet Paz
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