Tras 16 horas de intenso dolor por las quemaduras de segundo y tercer grado, Nicanor Quispe Béjar de 43 años dejó de existir en el Hospital Regional del Cusco.
Los intensos dolores provocados por las quemaduras de segundo y tercer grado y la pérdida de varios dedos de la mano terminaron con la vida de Nicanor Quispe Béjar, de 43 años, tras 16 horas de larga agonía en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional del Cusco.
El pasado viernes en horas de la mañana, Quispe manipulaba artefactos pirotécnicos en su inmueble de la calle Carlos Ugarte B-7 del distrito de Santiago, cuando uno de ellos estalló en sus manos y provocó un incendió, generándole lesiones de gravedad y la quemadura del 90% de su cuerpo.
Pese a la intervención quirúrgica, el propietario del clandestino taller pirotécnico dejó de existir.
Sus familiares impidieron la labor de la prensa cuando sus restos eran llevados a la morgue de esta ciudad.
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