La región Lambayeque es pequeña, con tres provincias y 38 distritos, que en cuestión de comidas, es un mundo que presenta innumerables sabores.
Hablar de la gastronomía de la región Lambayeque es hablar sobre un mundo de sabores y olores, que se han ido mezclando con el paso de los siglos y con las sumas de herencias de todos los lados y colores. Herencia mochica, negra, española y a través de ella, la árabe y en los últimos tiempos la china.
La ruta del gusto
Grosso modo, podemos mencionar el ‘espesado chiclayano’ hecho a base de frejoles verdes y carne de res, el cabrito a la chiclayana, el seco de pato, el pepián de pavo con garbanzos, chiringuito, migadito, carne seca, humitas, causa a la chiclayana, seco de cabrito, cebiche chiclayano con camote y alga marina, conejo asado, arroz con cecina, entre otros.
Se hace todo un problema para ver por dónde debemos iniciar el recorrido gastronómico. Le recomendamos que sin duda alguna, debe ser por el Circuito Mochica, integrado por los pueblos ubicados en el litoral de la provincia de Chiclayo, muy cerca de la capital regional y a donde se puede llegar en auto en menos de 20 minutos.
En el balneario de Pimentel, usted y los suyos podrán saborear un exquisito cebiche lambayecano, con su camote y zarandaja adornado con el infaltable culantro y rodajas de tomate. Para chuparse los dedos.
Y si se le antoja una ancestral tortilla de raya, el lugar más indicado de toda la región es sin duda el distrito de Santa Rosa, donde se dará el gusto de deleitar a su exquisito paladar con uno de los potajes bandera de la cocina huerequeque y que ahora con el toque gourmet, usted la puede encontrar en algunos restaurantes cinco tenedores de la Ciudad de los Reyes, Lima.
El reino del pato
Ahora, si se le antoja comer arroz con pato, pato alverjado, arroz con cabrito a la chiclayana, arroz con pollo, y otros potajes de la comida criolla, tiene tres alternativas. Puede optar por el sector Callanca, que está a menos de 10 minutos de la Panamericana Norte, por el puente sobre el río Reque, cerca al cruce de Monsefú.
Allí en Callanca probará dichos potajes pero con el toque de la cocina moche, cocina de leña y asentada con un abanico de variedades de chicha. Podrá probar desde la ancestral chicha de jora hasta la de betarraga, zanahoria y otras verduras. Rica chicha como para aplacar la más severa sed.
La otra alternativa es ir hacia la ciudad de Ferreñafe, a 20 minutitos al este de Chiclayo, tierra de hermosas mujeres y de exquisita comida. Aquí podrá probar cualquiera de los potajes de la comida regional, pero si se va sin probar la causa ferreñafana, el frito y el migadito, es como si no hubiese ido a esta hermosa ciudad fundada por los españoles.
La tercera alternativa es la provincia de Lambayeque, donde desde su capital provincial, la Ciudad Evocadora, el apetito se abre con el olor de la comida que sale de las casonas. Aquí el potaje fuerte es el arroz con pato y el arroz con cabrito. Si avanza más al norte podrá llegar a los distritos de Túcume, Íllimo y Jayanca donde han desarrollado también una exquisita gastronomía local, que hace que decena de turistas que llegan por estos pueblos, se chupen hasta los dedos.
El secreto del loche
En otras regiones del país el potaje más famoso de Lambayeque es sin duda el arroz con cabrito. En Lima, muchos restaurantes limeños anuncian el arroz con cabrito a la chiclayana. ¿Cuál es su diferencia con los demás arroz con cabritos que se preparan en otras regiones del norte?
El secreto se llama loche, que es un producto originario del micro clima seco ubicado entre los distritos de Pítipo, Túcume, Íllimo y Pacora. De esta zona salen los más sabrosos y aromáticos loches que usan los mejores restaurantes nacionales. El loche, le da un sabor insuperable no solo al arroz con cabrito, sino al seco de cabrito, al arroz con pato y a cuanto potaje se elabore en la exquisita cocina lambayecana.
Los lambayecanos nos sentimos orgullosos de nuestra gastronomía que tiene fama mundial y cuando llegan los turistas y prueban los diversos platos regionales, sin duda que quedan encantados.
Sabor marino
La variedad de los potajes que son todo un festival de aromas y sabores, donde se mezclan conocimientos ancestrales Mochicas, así como españoles, son la herencia cultural forjada a través años de aculturamiento.
Si rastreamos en nuestra historia, veremos que ya los pobladores del litoral lambayecano hace más de cuatro mil años ya pescaban con cañas lo que el mar les ofrecía, y para nadie es un secreto que hablar de la gastronomía lambayecana es hablar de esta deliciosa comida en base a productos hidrobiológicos que goza de una fama bien merecida.
Destacan el chinguirito preparado de pez guitarra seco y salado, la tortilla de raya, el cebiche de caballa con mote, la parihuela de suco y tramboyo, chicharrón de pescado, sudado de bonito, escabeche de cabrilla y otros potajes que son un deleite.
"Lambayeque tiene un potencial gastronómico aún no explotado", señaló Armandina Cayotopa, experta en turismo, quien dio a conocer que 36 potajes de bandera son promocionados a nivel gastronómico.
Por: Juan Cabrejos
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