Eva Bracamonte rechazó acusaciones sobre autoría intelectual del crimen de la empresaria, mientras que hermano Ariel confirma que la relación entre ambas era ´conflictiva´.
Eva Bracamonte, presunta autora intelectual de la muerte de su madre, la empresaria Miriam Fefer, precisó que no tenía motivo para asesinar a su familiar, y descartó además conocer al sicario colombiano Alejandro Trujillo Ospina.
"Yo no tenía ningún motivo para matar a mi madre", señaló al programa televisivo "Día D" al que decidió brindar declaraciones ante las "informaciones falsas" que están apareciendo sobre el asesinato de su progenitora.
La joven negó también que haya contratado a Trujillo Ospina para que termine con la vida de Fefer, el 15 de agosto del 2006, tal como lo afirma
De otro lado, Bracamonte descartó que haya recibido una llamada desde el celular de su madre a los pocos minutos del crimen.
"Yo duermo con mi celular apagado, nunca vi esa llamada", indicó a pesar que las autoridades cuentan con un registro de una compañía de teléfonos que confirma la comunicación por un lapso de dos segundos.
Relación conflictiva
A su turno, Ariel Bracamonte, hijo de Miriam Fefer, dijo esperar que no sea verdad la versión de
"Hasta el final uno quiere que no sea verdad porque el hecho de imaginar que una hija asesina a su madre es fuerte", señaló al programa periodístico "Cuarto Poder".
Recordó asimismo que después del deceso de su madre, Eva acudió pocas veces a
"No le importaba. Incluso mandó un escrito pidiendo que no la vuelvan a citar", agregó.
En otro momento, Ariel confirmó que la relación entre Eva y Miriam era "muy conflictiva y con muchos líos".
Recordó que en el expediente del caso figura el testimonio de un familiar que da cuenta de una agresión que Eva cometió contra su madre.
"Hay una manifestación de una tía que acredita que sí hubo una agresión entre ambas. Inclusive hubo un intento de ahorcar a mi madre y me imagino de causarle la muerte", concluyó.
En conversación con "Cuarto Poder", Peggy Roif Rostain, prima hermana de Miriam, corroboró que la relación madre-hija era conflictiva.
"Antes que Eva se fuera a Israel, la relación era más o menos estable. Miriam tenía la autoridad mientras su hija estaba en el colegio, pero cuando Eva retorno al país las cosas cambiaron. Había mucha agresión de parte de ambas", afirmó.
Foto: Caretas
Comparte esta noticia