Ignacio Alva: el incendio de Ventarrón es producto del abandono y descuido

“El incendio inició a las 2:15 y pienso que se ha originado por una chispa proveniente de la quema de caña de azúcar, producto del mal manejo de la empresa agroindustrial Pomalca. El fuego se ha propagado del campo de cultivo por un tramo de maleza y ha llegado hasta una acequia, que divide el terreno de cultivo con el complejo, donde había maleza seca acumulada y es allí donde se ha levantado el fuego hasta el techo de los almacenes”, explicó tajante el arqueólogo Ignacio Alva Meneses.

Alva Meneses, quien inició las investigaciones arqueológicas en Ventarrón y logró ponerlo en valor, explicó que en los almacenes estaban todas las colecciones recuperadas en los trabajos de excavación. Se calcula que el número de osamentas de personas y animales sobrepasarían las 60, toda vez que también se guardaba lo recuperado en Collud y Zarpán.

“Se han perdido también todas las colecciones de alimento, semillas de algodón y textiles muy finos cuya técnica no había sido estudiada. Eran piezas museográficas muy importantes, porque se hicieron en una época tan antigua en la que la única tecnología era la textil”, explicó el arqueólogo.

Ventarrón en abandono

Ignacio Alva también fue muy enfático en señalar que la otra institución responsable de lo ocurrido es la Unidad Ejecutora 005 Naylamp de Lambayeque, debido al abandono en el que ha sumido al complejo Ventarrón.

“Además de la negligencia de la empresa que ha quemado sin ningún controlador por la posible propagación del fuego, los techos han sido alcanzados y han ardido de inmediato, porque el material es de un derivado del petróleo. Al parecer el proveedor aseguró que el material no era inflamable, pero es evidente que no era así”, explicó.

Además, recordó que desde hace meses en Ventarrón solo permanecen un vigilante y un vendedor de boletos para turistas, pero es evidente el abandono en el que se encontraba, porque además de no contar con una zona de amortiguamiento como corresponde a un complejo de esta envergadura, los alrededores estaban llenos de maleza, lo que incentivó a la expansión del fuego.