Según cifras del Ministerio del Interior, en el Perú existen 240 policías por cada 100 mil habitantes, mientras que el estándar de las Naciones Unidas sostiene que se necesitan 300 policías por cada 100 mil habitantes. ¿Tener más policías formados en un año y sacarlos a las calles resolvería el problema de la inseguridad? Especialistas opinan.
En el Perú se registran 1,300 denuncias al día por delitos como homicidio, violación, sicariato, robo, tenencia ilegal de armas, entre otros, según el Sistema de Denuncias Policiales del Ministerio del Interior. Uno de los últimos crímenes se dio este fin de semana, cuando un hombre fue asesinado mientras participaba de un campeonato de fulbito en San Juan de Lurigancho.
Ante el incremento de la inseguridad ciudadana, el Poder Ejecutivo presentó un Proyecto de Ley que crea la Policía del Orden y Seguridad, una categoría dentro de la Policía Nacional del Perú (PNP) conformada por ciudadanos que serían capacitados por un año para luego salir a las calles a "prevenir la delincuencia". De acuerdo con declaraciones del ministro del Interior, Vicente Romero, de aprobarse el proyecto, se tendrían 6 mil nuevos efectivos policiales patrullando para atender el déficit de más de 40 mil policías. Sin embargo, especialistas en seguridad ciudadana afirman que esta medida no es la más eficiente.
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Expertos en seguridad ciudadana afirman que si bien, existe un déficit de policías, la creación de la Policía del Orden y Seguridad por sí sola no resuelve el problema.
Escasez de policías actualmente sería mayor
En el documento enviado por el Ejecutivo al Congreso de la República se afirma que el Perú cuenta solo con 240 policías por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio, según las Naciones Unidas, debería ser de 300 por cada 100 mil habitantes. El especialista en seguridad ciudadana César Bazán indica que esta cifra podría ser menor debido a que "no todos los policías trabajan al 100% para la institución".
"El famoso 24x24 es una regla de distribución en la que un policía trabaja para la PNP [un día entero ] y al otro día está en su casa. En esas 24 horas tenemos un efectivo policial que está a disposición, pero que no las trabaja efectivamente", explica. En esa línea, la distribución del trabajo policial también es otro factor que se debería tomar en cuenta, opina, pues "tenemos policías que están haciendo trabajos que podrían hacer civiles".
Para Frank Casas, experto en políticas de seguridad ciudadana, se le debería preguntar al sector Interior bajo qué criterios técnicos se ha calculado este déficit de policías. "¿Estos policías [del orden y seguridad] cumplirán más funciones en comisarías o se destinarán a otras labores? [Porque] en el Perú, de los 130 mil policías [que tenemos], solo 51 mil trabajan en las comisarías básicas y se dedican a tareas preventivas o a estar más cerca del ciudadano", complementa.
Tras ello, Bazán afirma que el déficit de oficiales no se resuelve con una Policía del Orden y Seguridad. Sobre todo porque "los efectivos podrían ser precarizados laboralmente [según el proyecto de ley su contrato durará tres años] o podrían sufrir arbitrariedades por parte de sus jefes, además de reproducir los mismos problemas que tiene la policía actualmente".
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Experiencias similares en otros países
El proyecto de ley cita casos internacionales como los de Colombia o Francia, países que tienen una categoría policial similar. Frank Casas confirma que en estos países existe, desde hace varios años atrás, un régimen de labor policial bajo un contrato, pero esa es solo una de varias medidas necesarias para reducir la criminalidad.
"Además de incrementar el número de policías buenos y de fortalecer sus capacidades, también se debe desestabilizar los mercados ilegales de objetos robados o controlar la venta de chips en el mercado ambulatorio. Estos son el motor de otros delitos como extorsión, fraude, estafa... También se puede regular mejor el circuito de oferta y demanda de armas ilegales que terminan en manos de los delincuentes", propone.
Según una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se ha demostrado empíricamente que "el patrullaje policial en puntos calientes es más productivo y eficiente que los patrullajes regulares y homogéneos por toda la ciudad". César Ortiz Anderson, especialista en seguridad ciudadana, agrega que, si bien tener más presencia policial puede ayudar a que una parte de la delincuencia se reduzca, no garantiza que influya en la delincuencia más violenta.
"La delincuencia no avezada sí va a reducir su accionar, pero la delincuencia armada, violenta, extranjera, a los marcas, raqueteros o sicarios... a esa delincuencia no le interesa que haya más policías", comenta.
Decisiones políticas
Este proyecto se encuentra actualmente en la Comisión de Defensa Nacional, Orden Interno, Desarrollo Alternativo y Lucha Contra las Drogas del Congreso de la República para ser debatido. De ser aprobada, se someterá a votación en el Pleno del Congreso. Sin embargo, aún no hay fecha programada.
Para el especialista César Bazán hay que considerar también el momento político en el que el Ejecutivo ha propuesto esta iniciativa. "Ha sido en un contexto en el que la legitimidad [de Dina Boluarte] está muy baja y se sostiene en pilares políticos como las fuerzas del orden (...) Este proyecto es una señal más de que el Ejecutivo respalda las iniciativas de los altos mandos policiales. Son ideas equivocadas, peligrosas, pero es una muestra de que se está respaldando a ese sector político que todavía la sostiene", puntualiza.
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