La venerada imagen de la Virgen de Cocharcas es pequeña en dimensiones, solo 25 centímetros de altura, pero enorme en su poder de convocatoria.
Desde muy temprano, miles de fieles se congregaron en la plaza Constitución de la ciudad de Huancayo y en el atrio de catedral, a fin de recorrer a pie, los ocho kilómetros hasta el santuario de la Virgen de Cocharcas, en el distrito de Sapallanga, región Junín.
Con ellos también se alistaron muchos vendedores de gorras y paraguas que ofrecían estos productos para protegerse del sol. No faltaron tampoco los comerciantes de velas, rosarios y estampitas.
La caminata fue presidida por monseñor Pedro Barreto Jimeno Arzobispo de Huancayo. Los cantos y la oraciones fueron las características del fervoroso desplazamiento a lo largo de la calle Real rumbo sur.
A lo largo de trayecto, los peregrinos se detuvieron en las llamadas estaciones, donde se cantaba y oraba y se hacían algunas representaciones como el nacimiento del niño Jesús.
Conforme pasaban las horas, la muchedumbre de fieles crecía. Al llegar a Sapallanga lo primero que encontramos fue a una pareja que salía de la iglesia, luego de contraer matrimonio, y bailaban por la entrada principal al son de una orquesta típica.
Falsos peregrinos
En estas fiestas religiosas, no todo es color de rosa. Muchos jóvenes y adolescentes aprovecharon este día para salir a pasear con amigos y parejas y para ello usan como pretexto la peregrinación, y en vez de dirigirse al templo, se encaminan hacia un cerro cercano que sirve de mirador.
Este año, la Policía Nacional decidió efectuar un control de todas las personas que ingresan a esta zona, debido a que en años anteriores se registraron robos, asaltos, enfrentamientos y violaciones.
Los efectivos policiales incautaron botellas, cigarrillos, cadenas, cuchillos y otras armas blancas, incluso algunos quedaron detenidos.
De regreso a la peregrinación
La venerada imagen de la Virgen de Cocharcas es pequeña en dimensiones, solo 25 centímetros de altura, pero enorme en su poder de convocatoria.
Durante esta semana de celebraciones, se calcula que lleguen a Sapallanga unas 200 mil personas, todas buscando ser escuchados por la madre del cielo.
Acompañada de una multitud, las sagradas andas ingresan al templo para dar inicio a las celebraciones religiosas.
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