La devoción por el Señor de los Milagros más allá de las dolencias

Hace 17 años José Ferrer Alza es miembro de la cuadrilla de la Hermandad del Señor de los Milagros de Chimbote, responsabilidad que asumió completamente convencido de su devoción y fe en el Cristo Moreno, que- según dijo- siempre ha sido la mejor medicina para sus males.

Contó que su fe lo ha hecho fuerte para soportar el inmenso dolor que le provocan las hernias que tiene en la columna y la cadera, cuando por voluntad propia levanta en su hombro la pesada anda del Señor de los Milagros durante la procesión de octubre.

“Muchas veces he sentido miedo de desplomarme, pero es como si el Señor me llenera de una fuerza interior para seguir sin doblegar. Es una experiencia maravillosa”, señaló Ferrer mientas, inevitablemente, las lágrimas humedecen su rostro y se queda callado.

Precisó que no quiere operarse porque teme quedar paralítico y porque, además, confía en que el Señor aliviará su enfermedad. Mientras tanto, seguirá dedicándole sus oraciones por todas las cosas que le ha concedido.