El cuarto viernes de agosto se celebra el día del café peruano y la apacible localidad liberteña de Huaranchal se suma a la fiesta con su apetecible y reconocida producción orgánica.
Entre los momentos más placenteros de la vida, hay algunos inmersos en la aparente pequeñez de la existencia diaria que me provocan constante reiteración.
Uno de ellos, consiste en tomar una taza de café caliente al caer la tarde, cuando el frío apremia y la ambición descansa. Durante unos segundos, y abstrayéndome del tránsito vertiginoso del tiempo, navego por las rutas de la imaginación sorbo tras sorbo, deleitándome sin remordimiento hasta que el fondo vacío del recipiente me retorna a la realidad.
Sea por costumbre o imperiosa necesidad, el café resulta imprescindible en determinadas instancias. Y lo es aún más cuando se trata de un café tan delicioso como el de Huaranchal, bucólico distrito andino enclavado a más de 2 mil 600 metros de altura y perteneciente a la provincia de Otuzco.
Esa paradisíaca localidad fue declarada el pasado mes de junio como la capital del café en La Libertad. La determinación, aprobada de manera unánime por el consejo regional, rinde merecido homenaje a los agricultores de la zona que han logrado un producto único en su género y ampliamente reconocido por su inigualable sabor.
El café huaranchalino se caracteriza por ser orgánico, sin aditamentos químicos que alteren su estructura básica. La variedad típica es conocida como “caracolillo” o “castilla”, además de otras mejoradas como las denominadas “catimor” y "caturra”.
Cifras reveladas por el Gobierno Regional de La Libertad, permiten calcular en 328 las hectáreas de café cultivadas en la región. De estas, unas 120 están registradas en Otuzco y al menos el 70 por ciento en Huaranchal.
Pero, si alguien todavía no está convencido de la importancia de la zona como impulsora del desarrollo agrícola en el norte del país, basta con mencionar que de los casi 430 productores de café en la región, un total de 384 se encuentran en Huaranchal.
En cifras bastante concretas, se puede afirmar que el 91 por ciento del café de primera categoría producido en La Libertad proviene de Huaranchal, motivo de sano orgullo para los habitantes de este bello paraje serrano caracterizado también por sus relajantes baños termales y la tradicional catarata La Paccha, impresionante caída de agua con 50 metros de altura.
Desde hace cuatro años, el Ministerio de Agricultura dispuso la celebración del día del café peruano cada cuarto viernes de agosto. La mejor forma de celebrar la fecha es, sin duda, saboreando una exquisita taza de café huaranchalino, mientras el paladar agradece tamaña sensación de deleite.
Finalmente, pido su venia para concluir este texto con fruición y acompañado de una taza de café. Al ingerirla, compruebo que la bebida se ha convertido en una auténtica ambrosía que abriga el corazón y el espíritu durante las frías tardes de inverno.
Por: Jorge Rodríguez
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