Desde la consagración de su condición de pilar de la comunicación internacional durante las guerras mundiales, la radio ha sabido adaptarse a la aparición de otras tecnologías, como viene siendo el caso con los medios digitales.
Los relatos fundadores de todas las religiones y de todas las mitologías expresan un enfrentamiento entre fuerzas contrarias que anidan en el corazón de los seres humanos: la generosidad y el egoísmo, la veracidad y la mentira, la fe en el destino del humanidad y el odio a la creatura complicada que somos.
La epopeya de Gilgamesh, la Ilíada, la Biblia, el Corán, el relato de los hermanos Ayar ofrecen una narrativa que sirve de base a la vida apaciguada en sociedades complejas. Los desafíos no han cambiado en nuestra época. Hay días en que nos parece que el Perú se encamina a resolver sus problemas y eso supone identificar y sancionar a los que han utilizado recursos públicos para enriquecerse y encubrir sus acciones.
Otros días, al contrario, uno siente que las fuerzas de la corrupción prevalecen con cinismo y artimañas. Lo mismo pasa a nivel mundial y halla una expresión extrema en la voluntad de Nicolás Maduro de aferrarse al cargo o en el accionar de grupos criminales para someter a un Estado democrático, como intentó hasta hace poco el padrino del narcotráfico mexicano, alias “Chapo”. El único camino que existe es promover que los mejores ciudadanos se comprometan con instituciones como el Congreso, el Poder Judicial, los partidos políticos.
El caso de Óscar Arias
Puesto que hablamos de los mejores ciudadanos, importa destacar el caso del expresidente costarricense Oscar Arias. Su historia era la de una persona a la que todo parecía sonreír. Ministro en el gobierno del padre de la Costa Rica moderna, José Figueres, Oscar Arias llegó a la presidencia a los 46 años en un país que había abolido su Fuerza Armada, al término de una guerra civil.
En 1987 recibió el Premio Nobel por sus esfuerzos de paz en Centroamérica y desde entonces le llovieron condecoraciones y doctorados honoris causa. Pero bastó que una mujer se atreviera a revelar el maltrato sexual que le había infligido, para que otras cuatro se animaran a hacer lo propio. De poco ha valido su defensa: “Nunca he actuado irrespetando la voluntad de ninguna mujer. En mi vida pública he impulsado la igualdad de género”.
Incluso su sucesora, Laura Chinchilla, parece haber tomado distancia de su antiguo mentor: “La experiencia confirma que para las mujeres víctimas de acoso sexual resulta en extremo difícil denunciar el caso por las relaciones de poder que operan en su contra y las intimida, y por la estigmatización de que pueden ser objeto”.
Día Mundial del Radio
Terminemos destacando una merecida celebración, la de un invento que ha contribuido como pocos a que los seres humanos de cada rincón del mundo conozcan lo que viven y piensan todos los seres humanos: la radio. Desde su invención a principios del siglo XX y las primeras transmisiones en el Perú en 1925, la radio ha permitido que la voz humana entre a todos los hogares y todos los espacios en que los hombres viven, trabajan y se desplazan. Escuchar radio es compatible con el mantenimiento de las actividades cotidianas.
Desde la consagración de su condición de pilar de la comunicación internacional durante las guerras mundiales, la radio ha sabido adaptarse a la aparición de otras tecnologías, como viene siendo el caso con los medios digitales. La radio está viviendo hoy el auge del “podcast”, palabra inventada por un periodista inglés en el 2004 para designar la unión de la difusión de ondas sonoras y dispositivos electrónicos, lo que permite escoger la hora en que uno escucha. ¡Larga vida a la radio, al servicio de la verdad y los valores democráticos!
Las cosas como son
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