Apicultores lambayecanos denuncian que grandes extensiones del bosque son convertidos en carbón que se trafica a diario hacia Lima.
El tráfico de carbón de algarrobo continúa a vista y paciencia de las autoridades forestales y la Policía lo único que hace es decomisar apenas el 20% del carbón que se produce en forma ilegal y que se trafica clandestinamente hacia Lima y otras ciudades del país.
“Se decomisa toneladas de carbón casi a diario, pero el daño ya está hecho, pues para producir ese carbón se ha tenido que talar decenas de árboles de algarrobo. La tala indiscriminada está acabando con el bosque y esto está perjudicando a decenas de comuneros y de apicultores”, indicó el presidente de la Asociación de Productores Apícolas de Lambayeque, Delfín Sánchez Sandoval.
El dirigente indicó que la tala indiscriminada de los bosques, está dejando grandes áreas convertidas en pampas sin vegetación, lo que perjudica a la apicultura y a la actividad pecuaria, de decenas de familias que viven de los productos que les ofrece el bosque seco.
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